Larry Fink señala oportunidades de inversión en Europa
Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo, ha manifestado su opinión sobre el clima actual de inversiones en Europa durante un coloquio en el Foro Económico Mundial, que contó con la participación de figuras destacadas como la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Fink ha observado que a pesar del pesimismo generalizado en Europa, es un buen momento para considerar oportunidades de inversión en el continente. Reconoció la existencia de múltiples desafíos en la región, incluyendo la necesidad de una unión bancaria y una mejor unión de mercados de capital. Aun así, destacó que, después de ser escéptico sobre el futuro europeo durante la última década, percibe que el momento actual invita a una reevaluación positiva: «Para alguien que ha sido pesimista en Europa durante unos 10 años, creo que probablemente sea el momento de volver a invertir en Europa»
En lo que respecta a Estados Unidos, Fink apreció que el país presenta condiciones favorables que fomentan su crecimiento económico. Destacó la fortaleza de los mercados de capital estadounidenses, que permiten a las empresas acceder a fondos con facilidad, promoviendo el emprendimiento y la innovación: «La economía es más grande que cualquier partido político o cualquier presidente».
Expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal
En relación a la política monetaria, Fink anticipa que la Reserva Federal de Estados Unidos podría continuar con recortes de tipos de interés, aunque no descarta la posibilidad de una pausa en el futuro. Señaló que el mercado de bonos parece indicar que la inflación podría ser más elevada de lo que se ha estimado, lo que podría ofrecer un panorama complejo en el futuro.
«No me preocupan los movimientos a corto plazo, pero en el próximo año, si se materializan ciertas condiciones, no me sorprenderían subidas de tipos», precisó Fink, quien mantiene que este no es su pronóstico principal. La expectativa es que la economía se mantenga robusta en el primer trimestre de 2025, lo que podría influir en las decisiones futuras de la Reserva Federal respecto a su política de tasas.
