Aelec, la asociación que agrupa a gigantes del sector eléctrico como Iberdrola, Endesa y EDP España, ha manifestado su inquietud ante la propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de ajustar la tasa de retribución financiera para la distribución eléctrica. Actualmente fijada en 5,58%, se prevé que ascienda a 6,46% para el período 2026-2031, una cifra que las eléctricas consideran insuficiente frente a sus expectativas del 7,5%.
Marta Castro, directora de Regulación de Aelec, advirtió que si la tasa no aumenta adecuadamente, «muy probablemente se revisen los planes de inversión de las empresas». Esta propuesta coloca la retribución española en una posición desfavorable en comparación con otros países de la Unión Europea y sectores como el aeroportuario o de comunicaciones, que disfrutan de tasas más altas del 8,03% y 6,98%, respectivamente.
Aelec también recalcó la importancia de evaluar el modelo retributivo completo y no solo la tasa de retribución en forma aislada. Un marco retributivo que ofrezca estabilidad y garantías es crucial para recuperar las inversiones. Sin embargo, la propuesta actual introduce un cambio de modelo «disruptivo» que no incentiva la inversión, generando inquietud sobre el futuro reconocimiento de las inversiones.
El modelo retributivo propuesto por la CNMC es «disruptivo» y «no cumple ni converge» con lo que se está planteando en otros países de la Unión Europea
La metodología de la CNMC, según Aelec, se aleja de las orientaciones de política energética del gobierno, que buscan fomentar la electrificación sobre otros sectores de combustibles fósiles. La diferencia mínima entre las tasas de retribución de electricidad y gas no asegura un verdadero incentivo hacia la electrificación del país.
Castro expresó su esperanza de que durante el proceso de alegaciones, que se extiende hasta septiembre, se realicen «las modificaciones pertinentes» para alcanzar una tasa de retribución del 7,5%, apoyándose en análisis de expertos y comparaciones internacionales. «Estamos en el vagón, el último vagón de la Unión Europea, y esto tiene un riesgo muy importante», alertó, destacando la necesidad de garantizar el atractivo para la inversión en España.
