El sector eléctrico en España expresa su preocupación sobre el desfase en la aplicación del ‘Paquete de Redes’, una iniciativa lanzada por la Comisión Europea para impulsar la electrificación y reforzar la competitividad energética en la Unión Europea. Según fuentes del sector, el actual modelo regulatorio y de planificación en España no se alinea con las exigencias comunitarias, lo que representa un obstáculo para atraer inversión y desarrollar nuevas industrias.
Las fuentes consultadas critican que el documento europeo exige una planificación centralizada y flexible, así como inversiones anticipadas y una gestión ágil de conexiones a la red. Sin embargo, afirman que en España, el proceso de planificación es «excesivamente largo y rígido» y acusan al operador del sistema de no ejecutar todas las inversiones proyectadas. Entre otras preocupaciones, destacan la saturación de la red, con el 87% de los nudos ya colapsados, lo que pone en riesgo la llegada de nueva industria y la electrificación de sectores clave como el transporte y la vivienda.
Por otro lado, en 2024, menos del 10% de las solicitudes de conexión fueron aceptadas, lo que habría dejado sin materializar inversiones valoradas en 332.000 millones de euros. Esto retrasa el despliegue de infraestructuras como los puntos de recarga para vehículos eléctricos. Además, se critica la falta de un operador independiente y la deficiente coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, que podría provocar conflictos de interés y retrasos en proyectos estratégicos.
Las eléctricas también denuncian que el marco retributivo para la distribución en España va «en dirección contraria». La tasa de retribución sugerida, del 6,58%, está por debajo de la de países europeos como Alemania e Irlanda, lo que desincentiva la inversión. También critican la persistencia de límites históricos a la inversión, la reducción de costes reconocidos al suministro y la implementación de un coste máximo para nuevas conexiones, factores que podrían dejar fuera proyectos estratégicos y acentuar la discriminación territorial.
Otro aspecto alarmante es la orientación del regulador sobre la cadena de valor
Los expertos en el sector lamentan que, en lugar de fomentar una cadena de valor en el continente, se esté impulsando una retribución «low cost» que prioriza el abaratamiento del producto. Señalan que, si no se corrige esta tendencia, España podría perder una oportunidad clave para liderar la electrificación y quedar en desventaja.


