Los hogares y las instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (Isflsh) mantuvieron su posición en 2024 como los principales tenedores de letras del Tesoro, a pesar de una notable caída en su inversión en este tipo de deuda durante los últimos meses del año, cerrando con una tenencia total de 25.298 millones de euros. Esta situación refleja la influencia de las decisiones de política monetaria sobre el mercado de deuda pública, ya que el ejercicio 2023 estuvo marcado por un aumento en la remuneración ofrecida a los inversores en las subastas del Tesoro, alineada con las subidas de los tipos de interés.
Este incremento en la rentabilidad propició un mayor interés en la adquisición de deuda, consolidando a los hogares como los mayores tenedores de letras del Tesoro. No obstante, la reciente contención y posterior rebaja de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo han llevado a una disminución gradual de la remuneración ofrecida a los inversores, lo que a su vez se ha traducido en una caída en la tenencia de letras por parte de los hogares. Desde su punto máximo en agosto de 2024, con 27.446 millones de euros, la tenencia de letras ha mostrado un descenso continuo.
A pesar de esta reducción, los hogares se mantienen firmemente en la primera posición como tenedores de letras, una posición que han logrado consolidar desde agosto de 2023. Por detrás, los inversores extranjeros han incrementado su interés, acaparando 20.347 millones de euros. Además, los fondos del mercado monetario y otros intermediarios financieros poseen 9.421 millones de euros, mientras que las instituciones financieras monetarias suman 10.993 millones de euros, las sociedades no financieras alcanzan 4.827 millones de euros y las administraciones públicas poseen 3.972 millones de euros.
Se espera que la tenencia de letras en manos de minoristas se estabilice, tras el fuerte repunte de 2023 y su mantenimiento en 2024
Desde el organismo que dirige Paula Conthe se anticipa que la tenencia de letras por parte de los minoristas se estabilizará en los próximos años. Este cambio en la tendencia implica que, aunque se descartan futuros incrementos significativos, se vislumbra una ampliación de la base inversora, apoyada por una rentabilidad atractiva que ha llevado a numerosos hogares a optar por este instrumento como parte de su cartera de inversiones. El Tesoro está comprometido en asegurar una financiación neta positiva en letras y busca dotar de liquidez este instrumento en el mercado secundario, con el objetivo de mantener su atractivo para inversores de mayor tamaño y fomentar “cierto efecto sustitución” entre las bases inversoras.
