Las importaciones de crudo a España durante el mes de enero de 2023 alcanzaron los 5,182 millones de toneladas, marcando una notable caída del 17% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta información ha sido proporcionada por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), que ha revelado un panorama complicado para el sector petrolero en el país.
En enero, España recibió 33 tipos de crudo provenientes de 19 países. Brasil se posicionó como el principal suministrador, con 828.000 toneladas, lo que representa el 16,0% del total importado. Sin embargo, el país sudamericano también registró un descenso interanual del 18,4% en sus envíos.
Estados Unidos y México siguieron en la lista de proveedores, con importaciones de 747.000 toneladas (14,4% del total) y 746.000 toneladas (14,4% del total), respectivamente. Ambos países experimentaron descensos en sus entregas, de un 18,4% y 18,7% en comparación con enero de 2024.
Un dato significativo es que las importaciones provenientes de los países miembros de la OPEP experimentaron una disminución del 31,7% con respecto al mismo mes del año anterior, representando solo el 36,7% del total. Las entradas de crudo procedentes de los países de la OPEP aumentaron anualmente, excepto en el caso de Nigeria y Libia, que vieron caer sus cifras en un 55,1% y 34,3% respectivamente.
Por el contrario, el flujo de crudo de los países no OPEP bajó un 5,1% en enero, constituyendo el 63,3% del total de importaciones. Este contexto sugiere un difícil camino para el sector energético español en los primeros meses de 2023.
