El Consejo Alemán de Expertos Económicos, conocido popularmente como «los cinco sabios», ha actualizado a la baja su previsión de crecimiento para Alemania en 2025, reduciéndola en cuatro décimas. Esta revisión indica que el país experimentará un estancamiento de la actividad económica tras haber registrado una contracción del 0,2% en su PIB durante 2024. Este escenario se presenta en un contexto caracterizado por los riesgos asociados a los aranceles impuestos por Estados Unidos y la expectativa de un impulso a través del programa de estímulo fiscal que implementará el nuevo Gobierno liderado por el canciller Friedrich Merz.
En su informe de primavera, los expertos concluyen que «la economía alemana aún se encuentra en una fase de marcada debilidad», advirtiendo sobre el freno a la actividad económica causado por requisitos burocráticos innecesarios y el acelerado cambio estructural que afecta a sectores que hasta ahora han sido económicamente sólidos. Además, el informe indica que la política comercial del expresidente estadounidense Donald Trump representa un riesgo para el crecimiento económico global.
«En un futuro próximo, la economía alemana se verá significativamente influenciada por dos factores: la política comercial estadounidense y el paquete fiscal»
Esta afirmación proviene de Monika Schnitzer, presidenta del Consejo, quien también sostiene que la política comercial estadounidense supone una carga adicional para las exportaciones alemanas, que ya enfrentan dificultades. Sin embargo, se prevé que los efectos positivos del paquete fiscal aprobado por el Gobierno germano se materialicen a partir de 2026, beneficiando las inversiones en construcción y maquinaria, además del consumo público. Esto permitirá que el consumo privado crezca ligeramente más en comparación con 2025 al aumentar la renta real disponible.
Para 2026, los economistas alemanes prevén un rebote del 1% en el crecimiento del PIB. En cuanto a la inflación, se espera que la tasa se sitúe en un promedio del 2,1% en 2025, disminuyendo ligeramente al 2% en 2026.
«Aunque los mercados anticipan recortes en los tipos de interés, las perspectivas de inflación siguen siendo muy inciertas»
Esta observación fue realizada por Veronika Grimm, miembro del Consejo, refiriéndose al impacto que pueden tener los conflictos comerciales en curso y las políticas fiscales expansivas en Alemania, que podrían llevar al BCE a optar por una política monetaria más restrictiva en caso de que las expectativas inflacionarias aumenten.
