El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha firmado el decreto que regula la denominada Ley de la Reciprocidad. Esta legislación permite al Gobierno adoptar medidas en respuesta a decisiones unilaterales de otros países que perjudiquen la competitividad internacional de los productos brasileños. En este contexto, el nuevo decreto es una respuesta al arancel impuesto por Estados Unidos sobre productos de Brasil. Este impuesto está parcialmente motivado por el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.
El ministro de la Casa Civil, Rui Costa, ha explicado que este instrumento legal autoriza al Ejecutivo a tomar medidas de «protección del país cuando otros países adoptan medidas extemporáneas y extraordinarias de forma unilateral». Destacó que el objeto de la ley es permitir una respuesta ágil a acciones similares provenientes del extranjero.
El decreto establece dos procedimientos distintos para la aplicación de medidas de reciprocidad. Un proceso ordinario, que requiere la revisión por la Cámara de Comercio Exterior e incluye consultas públicas, y un procedimiento urgente que puede ser activado en situaciones excepcionales. En este último caso, un comité interministerial encabezado por el Ministerio de Desarrollo, junto a otros ministerios clave, tomará las decisiones pertinentes.
El subsecretario de diplomacia pública de Estados Unidos, Darren Beattie, ha manifestado en redes sociales que estas medidas son consecuencia de las acciones del Tribunal Supremo de Brasil y del Gobierno de Lula. Criticó duramente los supuestos ataques contra Jair Bolsonaro y la libertad de expresión, calificándolos como «una vergüenza para las tradiciones democráticas de Brasil».
Tales ataques son una vergüenza y están muy por debajo de la dignidad de las tradiciones democráticas de Brasil
Por su parte, tanto las autoridades políticas como el estamento judicial en Brasil han hecho un llamado al respeto por la justicia y la democracia brasileñas. El Gobierno brasileño ha reiterado que, contrariamente al argumento de la Administración Trump, es Brasil quien presenta un déficit comercial en las relaciones económicas bilaterales con Estados Unidos.
