Moody’s ha realizado un ajuste en la perspectiva del rating de Red Eléctrica de España (parte del grupo Redeia), cambiándola de ‘estable’ a ‘negativa’. Este cambio en la perspectiva no conlleva una alteración en la calificación crediticia, que permanece en ‘Baa1’. La decisión refleja el potencial riesgo de que, independientemente del responsable del apagón que ocurrió el 28 de abril, Red Eléctrica pueda verse obligada a aumentar sus inversiones más allá de lo anticipado, lo que podría perjudicar sus indicadores crediticios por debajo de lo que establece la agencia calificadora.
Aunque las investigaciones sobre las causas del apagón continúan y se espera que terminen en varias semanas, Moody’s señala que existe un consenso político que indica la necesidad de reforzar la resiliencia de la red de transporte eléctrico español ante el creciente uso de energías renovables. Esto implica también incrementar la capacidad de interconexión, la cual representa actualmente cerca del 2% de la capacidad total de generación instalada, muy por debajo del objetivo de 10% para 2025 y 15% para 2030 establecido por la Comisión Europea.
Un aumento notorio en las inversiones de Red Eléctrica podría presionar aún más sus indicadores financieros
Si las inversiones sobrepasan considerablemente la media histórica, esto podría generar presión adicional en los indicadores financieros de la empresa, en ausencia de mejoras en su balance o de cambios regulatorios favorables. La perspectiva ‘negativa’ también refleja un incremento en los riesgos sociales que enfrentan las compañías eléctricas en España tras el apagón, riesgos que son especialmente relevantes para Red Eléctrica, cuya responsabilidad incluye equilibrar la oferta y la demanda de electricidad.
En caso de que las investigaciones concluyan que Red Eléctrica es responsable del apagón, la empresa podría enfrentarse a sanciones de hasta 60 millones de euros y podría estar obligada a indemnizar a terceros por los daños ocasionados. Aunque el costo de la multa no tendría un gran peso en comparación con el tamaño de la compañía, las indemnizaciones podrían ser gravosas. A pesar de contar con una póliza de seguros, las reclamaciones podrían superar la cobertura y exponer a la empresa a litigios prolongados.
No obstante, la confirmación del rating mantiene que la calificación de Red Eléctrica sigue estando respaldada por su posición dominante como operador del sistema español y propietario de activos de transmisión de electricidad. También se beneficia de un flujo de caja predecible, predominantemente respaldado por ingresos regulados en el negocio de transmisión doméstica, y su política financiera equilibrada, que incluye un buen historial de medidas favorables a los acreedores. Sin embargo, su calificación ‘Baa1’ se ve limitada por un marco regulatorio interno que es menos transparente que el de otros operadores de sistemas de transmisión en Europa Occidental, lo que la hace vulnerable a la inflación en todo el período regulatorio, junto con el perfil de riesgo más elevado asociado a su negocio de telecomunicaciones, aunque este represente una parte menor de sus ingresos totales.
