El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ha reafirmado la decisión de la institución de mantener los tipos de interés entre el 4,25% y el 4,50%, ante un esperado repunte de la inflación en los próximos meses. «Esperamos registrar en los próximos meses una inflación importante, y tenemos que tenerlo en cuenta», señaló Powell. La Fed pretende así anticiparse a las posibles repercusiones económicas que se podrían derivar de un entorno inflacionario.
Powell destacó que, al sostener el actual tono monetario, la Fed está «bien posicionada» para enfrentar cualquier perturbación macroeconómica que pueda surgir. A pesar de una leve disminución desde los máximos de incertidumbre registrados en abril, cuando Donald Trump anunció sus aranceles recíprocos, Powell reconoció que la incertidumbre todavía es «elevada».
En este sentido, el impacto de las políticas económicas del gobierno de Trump, incluyendo las comerciales, migratorias, fiscales y regulatorias, sigue siendo incierto. Powell explicó que los efectos de los aranceles podrían impulsar un aumento de los precios este año y afectar la actividad económica. Las expectativas de inflación a corto plazo podrían ser alteradas por los aranceles, según indican contactos de la Fed.
Los efectos de los aranceles dependerán, entre otras cosas, de su cuantía final
Powell reafirmó que las expectativas a largo plazo se mantienen «compatibles» con el objetivo de inflación del 2%, a pesar de las variaciones a corto plazo. Mientras tanto, la Fed continuará evaluando los efectos de la inflación y su impacto en la economía antes de tomar nuevas decisiones.
