La cotización de Telefónica sufrió una caída significativa de aproximadamente un 10%, llegando a situarse por debajo de los 4 euros por acción (3,855 euros por título). Este descenso se produjo al inicio de la sesión bursátil del martes, tras la presentación de los resultados del tercer trimestre y el anuncio de una drástica reducción en el dividendo que se abonará con cargo a los resultados de 2026, establecido en 0,15 euros por título.
Las cifras financieras detrás del desplome
En los primeros nueve meses del año, Telefónica reportó ingresos de 26.970 millones de euros, lo que corresponde a una variación interanual orgánica del 1,1%. El resultado bruto de explotación ajustado (ebitda) alcanzó los 8.938 millones de euros, incrementándose orgánicamente un 0,9% respecto al mismo periodo de 2024. Este ebitda ajustado representó un margen sobre facturación del 33,1%, ligeramente por debajo del 33,4% del año anterior.
El beneficio neto de las operaciones continuadas entre enero y septiembre fue de 828 millones de euros, lo que significa una caída del 46% en comparación con los 1.531 millones de euros obtenidos en los tres primeros trimestres de 2024. A pesar de estos números, Telefónica reportó pérdidas netas de 1.080 millones de euros, enfrentándose a un beneficio de 954 millones de euros al cierre de septiembre del año anterior.
Por su parte, el pago de impuestos escaló hasta los 545 millones de euros, casi el doble de los 299 millones del mismo periodo en 2024. Este aumento en la carga impositiva se ha atribuido principalmente a la valoración de créditos fiscales en mercados clave como Alemania y España. La discontinuación de sus operaciones en Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador también impactó financieramente, con un efecto acumulado de 1.909 millones de euros.
Estrategia de financiación y dividendos
Telefónica ha confirmado el pago de un dividendo de 0,3 euros por título correspondiente al ejercicio actual, que se abonará en dos partes de 0,15 euros cada una, previstas para diciembre de 2025 y junio de 2026. Sin embargo, la compañía ha determinado reducir a la mitad el dividendo correspondiente a 2026, dependiendo del flujo de caja libre, destinarán entre el 40% y el 60% al dividendo.
La empresa ha cifrado el impacto de la discontinuación de sus operaciones en Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador en 1.909 millones de euros en el acumulado hasta septiembre.
En el marco de su estrategia para disminuir su exposición en Hispanoamérica, Telefónica había vendido sus filiales en estos países, aunque continúa a la espera de cerrar su salida de Colombia.
