El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que los aranceles pendientes relacionados con los semiconductores se implementarán «en un futuro muy próximo». Durante un fin de semana marcado por la incertidumbre en la Administración estadounidense sobre las tarifas a productos tecnológicos, Trump sugirió que podría existir algún tipo de excepción, enfatizando la necesidad de «flexibilidad».
En sus declaraciones, el presidente afirmó que aplicará un enfoque similar al de otros productos importados, como el acero, el aluminio y los automóviles, que ya están sujetos a aranceles específicos. Aunque Trump no proporcionó aclaraciones sobre si productos como teléfonos móviles o tabletas podrían quedar exentos, aseguró que es importante «mostrar cierta flexibilidad» y «no ser tan duro». Estas declaraciones fueron ofrecidas a los medios durante su regreso a Washington a bordo del Air Force One.
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A horas de estas declaraciones, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, reveló que productos como teléfonos inteligentes, ordenadores y otros dispositivos electrónicos, que fueron excluidos a última hora del viernes, estarán sujetos al nuevo gravamen sobre semiconductores. Lutnick anticipó que estos aranceles se materializarán «probablemente en uno o dos meses», según lo declarado a la cadena de televisión ABC News.