Según un reciente informe de Natixis CIB, se prevé que el PIB español crezca un 2,6% en 2025 y un 2% en 2026, cifras que superan notablemente a las de otros países europeos. Sin embargo, el crecimiento económico en el primer trimestre de 2023 se moderó al 2,8% interanual, en comparación con el 3,3% registrado en el mismo periodo del año anterior. El informe, divulgado este martes, indica que la economía experimentó un incremento del 0,6%, una décima menos que en trimestres anteriores.
En cuanto a los componentes del crecimiento, el consumo privado subió un 0,4% intertrimestral en los primeros tres meses del año, lo que representa cinco décimas menos que en el último trimestre de 2022. Por su parte, la formación bruta de capital fijo también mostró un crecimiento, alcanzando un 1,2%, aunque registró una disminución de dos puntos y tres décimas en comparación con el trimestre anterior. Además, el comercio exterior contribuyó con dos décimas al crecimiento total, gracias al buen comportamiento de las exportaciones y a una desaceleración en las importaciones.
En los próximos trimestres se espera una contribución positiva de la demanda interna como principal motor del crecimiento del PIB
El informe destaca que, a pesar de la moderación en el crecimiento, España se mantendrá como el país más dinámico entre los cuatro grandes de la zona euro, con una previsión de crecimiento robusta. A nivel europeo, el PIB también mostró signos de progreso en el primer trimestre, creciendo un 0,4% intertrimestral, cifra superior al 0,2% observado en el último trimestre de 2022. Sin embargo, se anticipa que la incertidumbre continúe elevada, especialmente tras la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de implementar aranceles «recíprocos» en abril, aunque su aplicación se ha pausado por 90 días.
A pesar de esta situación, desde Natixis CIB consideran que las empresas europeas aún no han visto un impacto significativo debido a la anticipación de los importadores estadounidenses. A medida que avancen los trimestres, la inestabilidad relacionada con los aranceles y la pérdida de impulso en las exportaciones hacia EE.UU. podrían afectar el comercio neto, el consumo de los hogares y las inversiones empresariales.
