El Gobierno de Perú ha anunciado la presentación de una cartera de 31 proyectos en el sector de infraestructuras de agua y saneamiento con un presupuesto estimado de 5.500 millones de dólares (5.038 millones de euros). Esta iniciativa tiene como objetivo beneficiar a más de 12 millones de habitantes en 15 regiones del país y se prevé que la adjudicación de los mismos ocurra entre 2025 y 2026. La finalidad es reducir la brecha existente en las infraestructuras de agua y saneamiento.
El ministro de Economía y Finanzas, José Salardi, ha detallado que “con la ejecución de estos proyectos estimamos que hacia el 2030, el sector tendrá un cambio sustancial en materia de los niveles de servicio y de población atendida en el país”. Este portafolio incluye 9 proyectos en estructuración y transacción, valorados en 1.670 millones de dólares (1.529 millones de euros), los cuales beneficiarán a aproximadamente 4,9 millones de personas mediante la construcción o modernización de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en regiones como Cajamarca, Cusco, Cañete y Huancayo.
La idea, con estos proyectos, es pasar de prácticamente no tratar las aguas residuales, a tener un 100% de tratamiento
Adicionalmente, el paquete contempla la Obra de Cabecera, con una inversión de 476 millones de dólares (436 millones de euros), que permitirá incrementar la disponibilidad de agua potable y atender a más de 1,5 millones de habitantes en Lima Metropolitana, así como Desaladoras en Ilo por 110 millones de dólares (100 millones de euros), beneficiando a 300.000 personas.
Salardi también ha mencionado un segundo paquete de 12 proyectos en formulación que requieren 1.241 millones de dólares (1.136 millones de euros) y que impactarán a 3 millones de beneficiarios en regiones como Tumbes, Piura y Cajamarca. Además, se incluyen otros 10 proyectos de Sedapal con más de 3.099 millones de dólares (2.838 millones de euros), destinados a fuentes de agua y plantas de tratamiento que atenderán localidades en Puente Piedra, Ancón y Santa Rosa.
De este modo, esta robusta cartera de proyectos no solo se centrará en cerrar brechas de infraestructura, sino que también promoverá una mejor calidad de vida mediante el adecuado tratamiento del agua. Por su parte, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Whittembury, ha advertido que si la inversión se limita a recursos públicos, la brecha de infraestructura de agua potable y saneamiento podría alcanzar 9.000 millones de dólares (8.244 millones de euros) para 2030, aunque esta cifra podría reducirse notablemente si se sigue el plan establecido.
