Puerto Rico está viviendo un momento de esplendor en el sector de reuniones, incentivos, convenciones y eventos (MICE), alcanzando cifras históricas gracias al desarrollo de hoteles de lujo. Según Discover Puerto Rico, la Organización de Marketing de Destino de la Isla, estos avances fueron destacados en IMEX América.
En los primeros diez meses del año, se han inaugurado importantes desarrollos hoteleros en el país. Entre ellos, el primer Four Seasons Resort & Private Residences en Río Grande, el Hilton Duo y el Hilton Garden Inn en Dorado. El esperado regreso del Ritz-Carlton San Juan en 2026 y el estreno de 109 apartamentos de «Apartments by Marriott Bonvoy» en el distrito de convenciones en 2027, con una inversión de 80 millones de dólares (69 millones de euros), subrayan el crecimiento de la infraestructura turística.
Además, numerosas propiedades han sido renovadas para ofrecer experiencias de alta calidad, incluidas La Concha, Wyndham Río Mar, Condado Vanderbilt y El Conquistador.
El aeropuerto internacional en San Juan recibió aproximadamente 6,6 millones de pasajeros en 2024, mientras que Puerto Rico experimentó un significativo incremento del 65% en el rendimiento de reuniones en el último ejercicio fiscal comparado con niveles previos a la pandemia.
De igual modo, la ciudad de San Juan cuenta con 43 proyectos activos, generando un impacto económico estimado superior a 166 millones de dólares (143 millones de euros).
El cantante Bad Bunny ha tenido un significativo impacto en la economía local al realizar una serie de 31 conciertos en el Coliseo de Puerto Rico. Esto generó ingresos totales de 12 millones de dólares al mes (10 millones de euros), lo que representa un aumento del 700%. Como resultado, se generaron 48.255 pernoctaciones hoteleras en 34 hoteles y se crearon 10.000 puestos de trabajo temporales para apoyar tanto el Coliseo como las operaciones del aeropuerto.
El aeropuerto internacional también registró un incremento del 4,5% en las llegadas durante agosto, alrededor de 25.500 pasajeros. A nivel hotelero, la demanda subió un 9% y los alquileres a corto plazo aumentaron un 25%, con incrementos en las tarifas diarias del 6% y 5%, respectivamente, lo que resultó en un aumento del 22% en los ingresos por alojamiento.
