Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, la adquisición de billetes de avión se encuentra al alza tanto en demanda como en precios. Los retrasos en los vuelos o problemas de overbooking están cada vez más a la orden del día, lo que se traduce en un aumento en las reclamaciones a aerolíneas. Lo que la gente no sabe es que estas reclamaciones no te aseguran la devolución del dinero o de la correspondiente indemnización que puede ir desde los 200 hasta los 600€ en función de la distancia del viaje.
Tanto es así que menos del 5% de las reclamaciones que se presentan en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea se traducen en multas. Las datos son mareantes. En el año 2023, se interpusieron más de 32.450 reclamaciones por parte de los pasajeros, de las cuales, únicamente 1.475 se transformaron en expedientes sancionadores. En 2024, esta cifra bajó hasta los 1.178 expedientes.
Entre 2023 y 2024, las multas a aerolíneas se han visto descendidas en un 25%, pasando de 3,2 millones a 2,4 millones, según cifras aportadas por el portal de transparencia de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. La agencia no ha facilitado el desglose de las sanciones por compañías ni por motivos, alegando que elaborar dicha información requeriría un "trabajo de recopilación y ordenación específica totalmente personalizada".
Facua al rescate del consumidor
Facua, asociación de consumidores sin ánimo de lucro e independiente de partidos políticos y empresas, exige medidas al Gobierno. Tal y como ha apuntado el portavoz de dicha asociación, Rubén Sánchez, se ha solicitado a través de Óscar Puente, Ministro de Transportes, una reforma de la Ley de Seguridad Aérea en la que se promueva una modificación de la Ley 21/2003, de 7 de julio, para que se sancione de manera "eficaz, proporcionada y disuasoria", tal como establece el reglamento europeo que regula los derechos de los pasajeros ante cancelaciones, retrasos y denegaciones de embarque.
Facua denuncia que el actual artículo 45 bis de la norma permite que los incumplimientos de compensación y asistencia no sean considerados infracción si la aerolínea atiende la reclamación tras ser instada por AESA o por un tribunal. En esos casos, la infracción pasa a considerarse leve, lo que reduce notablemente el alcance de las sanciones.
Actuaciones con total impunidad
El marco actual incentiva que las compañías incumplan sus obligaciones, dado que sólo en caso de negativa reiterada a indemnizar al pasajero se contempla la posibilidad de sanción. Además, si finalmente pagan tras una resolución judicial, la infracción es considerada leve.
La organización ha pedido al Gobierno una reforma legal que permita actuar de oficio y multar directamente las infracciones sin que el pasajero tenga que pasar por una larga reclamación administrativa o judicial.
