El futuro incierto de la reducción de la jornada laboral en España
La posibilidad de implementar la reducción de la jornada laboral en España podría enfrentarse a un nuevo retraso, según el informe exclusivo obtenido por Europa Press. Fuentes del Ministerio de Trabajo han denunciado que el Ministerio de Economía, encabezado por Carlos Cuerpo, está bloqueando el avance de la medida a través de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (Cdgae). Este organismo es crucial para el examen y decisión de los asuntos que se presentan ante el Consejo de Ministros.
El documento revela que la Cdgae ha decidido no incluir el texto de la reducción de la jornada en la próxima reunión programada para el 13 de enero. La comisión justifica esta decisión alegando que la medida tiene una trascendencia económica elevada y debería tramitarse en el procedimiento ordinario, lo que implica un análisis más extenso por parte de un grupo de trabajo específico.
El texto podría ser solicitado para la próxima comisión del 27, aunque no hay claridad sobre su inclusión
La reducción de la jornada laboral, que busca establecer un máximo de 37,5 horas semanales, ha estado en discusión con los agentes sociales desde enero. Esta propuesta se enmarca dentro del acuerdo de coalición entre el PSOE y Sumar, destinado a mejorar las condiciones laborales en el país. En diciembre, la ministra de Trabajo firmó un compromiso con las organizaciones sindicales después de que CEOE decidiera no apoyar la medida.
Sin embargo, durante las negociaciones, el área económica del Gobierno, compuesta por los ministerios de Economía, Hacienda y Seguridad Social, expresó su desacuerdo con el texto. En particular, manifestaron preocupaciones sobre la compensación de las jornadas parciales y la aplicación de la norma, sugiriendo un aplazamiento a 2026. A pesar del avance en la firma del acuerdo con los sindicatos, el Ministerio de Economía ha utilizado la Cdgae como medio para obstruir el inicio del trámite correspondiente, según las denuncias de fuentes ministeriales.
La situación actual pone en riesgo la posibilidad de que la reducción de jornada sea efectiva antes de finales de 2025, lo que limita las expectativas de progreso en el ámbito laboral en el corto plazo.