Martes, 18 de Marzo de 2025
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Economía

San Patricio, el gran motor económico de Irlanda y su epicentro en Dublín y Temple Bar

Según la Irish Tourism Industry Confederation, la festividad inyecta más de 100 millones de euros anuales a la economía irlandesa, con cada visitante gastando una media de 1.200 euros en hospedaje, gastronomía y ocio

Por Marta Díaz de Santos

Cada 17 de marzo, Irlanda despierta bajo un manto verde que inunda sus calles y plazas. Las gaitas resuenan en el aire, las banderas ondean al ritmo del viento y una marea de sombreros de trébol desborda los pubs y avenidas. No es solo una celebración religiosa o un tributo a su santo patrón; es una explosión cultural que transforma la nación en un imán turístico y un coloso económico. Dublín se convierte en el epicentro de una festividad que llena bares, hoteles y comercios, proyectando la esencia de Irlanda al mundo entero.

Cada año, el Día de San Patricio atrae a más de medio millón de visitantes, ávidos de sumergirse en la magia esmeralda de Irlanda. En marzo de 2023, las cifras superaron todas las expectativas: más de 500.000 turistas recorrieron la isla, dejando tras de sí un rastro de billetes que se transformaron en beneficios para el sector hotelero, con una ocupación que rozó el 90%. Según la Irish Tourism Industry Confederation, la festividad inyecta más de 100 millones de euros anuales a la economía irlandesa, con cada visitante gastando una media de 1.200 euros en hospedaje, gastronomía y ocio.

El flujo de turistas se expande a lo largo y ancho del país, llenando castillos medievales, acantilados y destilerías. Es en Dublín donde la energía alcanza su punto álgido: en concreto, en el barrio de Temple Bar el espíritu festivo se convierte en un frenesí de música, baile y brindis interminables. Este laberinto de calles adoquinadas y luces se transforma en un hervidero de alegría y desenfreno: sus icónicos pubs, como The Temple Bar, The Auld Dubliner o The Quays Bar, registran ingresos que desafían cualquier otra temporada del año. El precio de una pinta de cerveza asciende hasta los 9 euros, una cifra que despierta críticas, pero también engrosa las cajas registradoras de los establecimientos.

Cortesía Pexels

En estos días, la demanda de personal también se dispara. Según un informe de la Dublin Chamber of Commerce, la contratación en el sector hostelero crece un 20% en marzo, ofreciendo empleo temporal a cientos de trabajadores.

Más cosas: el 17 de marzo más de 13 millones de pintas de Guinness se sirven alrededor del mundo, y la fábrica de esta icónica cerveza, la Guinness Storehouse, se convierte en un lugar de peregrinación. Las exportaciones de whiskey irlandés alcanzan cifras récord, con Estados Unidos y Reino Unido como principales destinos de este elixir dorado.

Según la Drinks Industry Group of Ireland (DIGI), la industria de bebidas experimenta un aumento del 30% en sus ingresos durante San Patricio, consolidando su papel como uno de los pilares económicos de la festividad. Mientras tanto, los restaurantes de Temple Bar y otras zonas turísticas ven cómo sus reservas se multiplican, con platos tradicionales como el estofado irlandés y el Boxty elevando sus precios y, por supuesto, sus ganancias.

El desfile de San Patricio en Dublín es el gran espectáculo que captura la atención del mundo. Con más de 500.000 espectadores abarrotando las calles y millones siguiendo la transmisión en vivo, la capital irlandesa se convierte en un escenario de color y cultura. Empresas privadas y el gobierno invierten en esta puesta en escena, conscientes de su potencial como escaparate turístico y comercial.

Según Fáilte Ireland, la agencia nacional de turismo, el desfile y sus eventos asociados generan hasta 73 millones de euros en ingresos para la ciudad. Marcas como Aer Lingus y Ryanair aprovechan el tirón, ofreciendo promociones.

Pero la euforia también tiene su precio. Asegurar que la festividad transcurra sin incidentes requiere un esfuerzo logístico y financiero considerable. Seguridad, limpieza y organización demandan una inversión que supera los 3 millones de euros. En concreto, el Ayuntamiento de Dublín destina hasta 5 millones de euros en servicios públicos, mientras que la Garda Síochána, la policía nacional, refuerza su presencia con operativos que elevan el gasto en un 20% respecto a otras festividades.

La inyección económica generada por el Día de San Patricio no solo cubre los costes, sino que los supera con creces, dejando beneficios palpables en la ciudad y el país. El éxito de San Patricio es innegable, pero el futuro demanda una mirada más consciente. Con la sostenibilidad como eje de nuevas estrategias, Dublín ha comenzado a implementar medidas ecológicas para reducir la huella ambiental de la festividad.

 

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