Seis españoles de cada diez creen que su nivel de ingresos se mantendrá estable en los próximos meses. El temor a perder el empleo llega a su valor más bajo desde 2010. La percepción de seguridad en los ingresos retorna a la normalidad con valores muy similares a los registrados antes de la pandemia, según ha señalado la primera edición de 2021 del Informe Perspectivas de Consumidor, de Kantar Media.
Asimismo, los que creen que sus ingresos pueden disminuir descienden a un 9%, una tasa que podría calificarse de normal, mientras que las perspectivas de aumento están en el valor mínimo desde 2009 (2%), indicador claro de que la crisis de la Covid-19 se ha convertido en una época de 'expectativas congeladas'.
En este proceso de normalización de la situación, Kantar detecta un aumento en el nivel de confianza en el empleo propio.
De este modo, aquellos que tienen empleo lo ven como algo seguro, ya lejos del miedo a los efectos de la crisis Covid-19: ocho de cada diez españoles creen que hay pocas o ninguna posibilidad de perder el empleo en los próximos seis meses.
Así, el porcentaje de españoles que considera que su empleo está en riesgo llega a su nivel más bajo desde 2010: solo el 7% así lo declara.
Por otro lado, más allá de la situación personal, en lo que respecta al desempleo en general la opinión mayoritaria es pesimista y se cree que el desempleo va a crecer: así lo expresa el 42% de la población.
Sin embargo, según Kantar, empieza a detectarse que la opinión pública percibe que lo peor puede haber pasado y un 35% declara que el próximo año habrá menos desempleo, en línea con lo observado en el trimestre anterior.
Por otro lado, según el análisis, el impacto del Covid-19 se hace patente con una demanda del consumo por debajo de lo normal.
Así, en las actitudes ante el consumo se aprecia la escisión social que se ha producido a causa de la Covid-19. Por un lado, un 64% de los españoles creen que pueden mantener sus niveles de consumo, cifra que se ha recuperado tras el impacto del Estado de Alarma y que evoluciona de manera similar a la confianza en el empleo propio, mientras que, por otro, casi un tercio de los consumidores (39%) creen que deben reducir gastos.
Aunque esta cifra ha bajado respecto al periodo anterior muestra una demanda de consumo por debajo de lo normal.
Del mismo modo, la preferencia por las marcas continúa en su tendencia conservadora y desaparece totalmente la preferencia por probar marcas nuevas.
Los consumidores españoles se muestran por igual predispuestos a comprar marcas conocidas debido a la seguridad que transmiten (37%) y marcas de la distribución gracias a su menor precio (36%), al tiempo que un 24% se siente más predispuesto a probar entre varias marcas y no se registran menciones a probar marcas nuevas.