La saturación de la red eléctrica en España está generando preocupación en el sector de los centros de datos. Según la asociación Spain DC, esta situación pone en peligro inversiones estratégicas valoradas en 58.000 millones de euros, cruciales para mantener la competitividad del país en la próxima década. Alarmantemente, el 83,4% de la red ya se encuentra saturada, según datos del sector eléctrico. Solo en 2024, esta circunstancia provocó pérdidas de inversión por valor de 60.000 millones de euros en el país.
La directora ejecutiva de Spain DC, Begoña Villacís, ha señalado que «no tenemos un problema de generación, hay energía suficiente, lo que falla es la red». Este déficit de infraestructura se refleja en una desconexión entre oferta y demanda, particularmente con el aumento de la capacidad de generación renovable en la última década. En los primeros meses de 2025, España desperdició más energía renovable que en todo el año anterior debido a la incapacidad de la red para gestionar este incremento.
Spain DC subraya la necesidad de un plan urgente de inversión y modernización de la red eléctrica para satisfacer la demanda actual y futura. En un escenario ideal, el sector de los centros de datos espera movilizar 58.000 millones de euros en inversiones hasta 2030, multiplicando su capacidad por siete en cinco años.
Propuestas para el desarrollo de la red
Para afrontar estos retos, Spain DC propone tres líneas de actuación. La primera es una planificación estratégica de la red con horizonte 2035 que considere la demanda digital como una variable estructural. La segunda es una inversión inmediata en transporte y distribución, priorizando nodos con proyectos concretos y evitando bloqueos especulativos de capacidad. Finalmente, propone una coordinación técnica y regulatoria entre el sector público y privado, con mesas de trabajo que incluyan a la CNMC, Gobierno y operadores de red.
La producción está creciendo, la demanda también, pero la red no acompaña
Es crucial tomar estas medidas para asegurar que la infraestructura eléctrica de España pueda sostener el crecimiento de la economía digital y evitar que el país pierda su atractivo para futuras inversiones en el sector de los centros de datos.
