El Riksbank, el banco central de Suecia, ha decidido mantener sin cambios el tipo de interés de referencia en el 2%, el nivel más bajo registrado desde noviembre de 2022. Sin embargo, la posibilidad de un nuevo recorte este año sigue latente, acorde con las previsiones de junio, a pesar de haber observado un aumento de la inflación más pronunciado de lo esperado y superior al objetivo oficial.
La inflación interanual alcanzó un 3% en julio, conforme al CPIF (Índice de Precios al Consumidor con tasa de interés fija), el indicador preferido por la entidad sueca. El comité ejecutivo del Riksbank atribuye este repunte a factores de carácter temporal y prevé que la inflación retornará al 2% en el futuro.
Además, el Riksbank ha señalado que el entorno económico presenta condiciones favorables para un incremento de la actividad gracias a los recortes en los tipos de interés y al incremento de los salarios reales de los hogares. No obstante, también destaca la persistencia de ciertos desafíos económicos, describiendo la actividad como «débil», el crecimiento como «bajo» y el mercado laboral como carente de «signos claros de mejora».
Existen riesgos relacionados con la recuperación de la economía sueca, el comportamiento de las empresas en materia de fijación de precios
Con una trayectoria que se remonta a 1668, el Riksbank es reconocido como el banco central más antiguo del mundo. En su más reciente comunicado, ha emitido una advertencia sobre los riesgos persistentes que enfrenta la economía sueca en su proceso de recuperación. Estos riesgos involucran no solo la inflación sostenida, sino también cómo las empresas manejan la fijación de precios en un entorno económico volátil.
