El grupo plurinacional Sumar ha anunciado su intención de presentar una proposición de ley en el Congreso con el objetivo de garantizar que las personas que perciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) estén exentas de tributar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta iniciativa surge como respuesta a la reciente decisión del Ministerio de Hacienda de someter los salarios mínimos a dicha tributación, lo cual ha generado un fuerte descontento en el partido.
Malestar en Sumar por la decisión del Ministerio de Hacienda
Fuentes del grupo han expresado su malestar, acusando al Ministerio de Hacienda de haber hecho este anuncio de manera unilateral y sin consenso con su socio de Gobierno. Desde Sumar se reitera la posición histórica de que el SMI no debería tributar al IRPF. Además, han señalado que el departamento de Hacienda «tenía y tiene» la capacidad de evitar esta medida.
El grupo sostiene que es fundamental cambiar de opinión para aliviar la presión fiscal sobre las 2,4 millones de personas que se encuentran en la base de la pirámide salarial
Por otro lado, Sumar también ha subrayado la necesidad de aumentar no solo el SMI, sino todos los salarios, para que los trabajadores puedan «tributar con normalidad». En este sentido, el partido ha recordado que, en el acuerdo de Gobierno con el PSOE, se pactó que se incluyeran los informes del Observatorio de los Márgenes Empresariales en las negociaciones de los convenios colectivos. Según Sumar, esto permitiría no solo mejorar los salarios, sino también reducir la cantidad de trabajadores que perciben el SMI.
Críticas por la falta de cumplimiento del acuerdo de Gobierno
No obstante, Sumar ha denunciado que dicho compromiso no se ha llevado a cabo. Carlos Martín, portavoz económico de Sumar en la Cámara Baja, ha afirmado que “si Hacienda hubiese cumplido este compromiso del acuerdo de Gobierno hoy tendríamos muchos menos trabajadores cobrando el SMI” y ha enfatizado que, de haberse seguido esta línea, sería natural que su exención estuviese garantizada, tal como es habitual en otros países europeos con salario mínimo.
