La Administración de Donald Trump ha tomado la decisión de suspender la inversión pública destinada al desarrollo del proyecto de alta velocidad entre Dallas y Houston, Texas. Esta iniciativa, en la que Renfe estaba involucrada a través de su división internacional, tenía previsto generar ingresos de hasta 5.000 millones de euros hasta el año 2042. La justificación proporcionada por el departamento de Transportes de Estados Unidos señala que esta paralización busca «ahorrar a los contribuyentes», ya que originalmente la financiación iba a ser provista por la iniciativa privada.
Según las autoridades, el incremento en los costos del proyecto ha llevado a recurrir a fondos públicos.Se estima que el coste de capital del proyecto supera los 40.000 millones de dólares (35.241 millones de euros), lo que lo convierte en una empresa arriesgada para el contribuyente.
Esta situación ha obligado a la Administración Trump a replantear sus prioridades, enfocándose ahora en la mejora de las líneas ferroviarias ya operativas. Los fondos que se utilizarían para este proyecto serán reasignados a otros servicios ferroviarios, aunque no se han especificado cuáles serán aún.
Sean P. Duffy, director del departamento, enfatizó que si el sector privado considera viable el proyecto, debería asumir la responsabilidad de las obras previas a la construcción, en lugar de depender de Amtrak y del contribuyente estadounidense.
A pesar de la suspensión, los principales inversores del proyecto han mostrado optimismo, indicando que están dispuestos a continuar con la iniciativa exclusivamente con fondos privados, según informan medios locales. Renfe obtuvo en 2019 el contrato para gestionar esta línea de alta velocidad, destacando su amplia experiencia en el ámbito ferroviario, tanto en España, donde tiene la segunda red de alta velocidad más extensa del mundo, como en otros países, como Arabia Saudí.
