En un año marcado por conflictos geopolíticos en todo el panorama mundial y fenómenos meteorológicos como la DANA de finales de octubre en el panorama nacional, España ha sido una de las principales potencias económicas europeas gracias a elementos como el turismo. Con una serie de factores tanto internos como externos que influyen en el desempeño y en la capacidad de creación de riqueza, nuestro país se enfrenta a desafíos que siguen presentes este 2025, pero también a oportunidades reales de seguir liderando el crecimiento entre las economías europeas.
Para comprender las perspectivas económicas de España, es crucial analizar las proyecciones proporcionadas por diversas instituciones financieras y organizaciones internacionales, desde el Panel Funcas hasta el propio Gobierno de España. Estas entidades ofrecen una variedad de perspectivas sobre aspectos como el Producto Interior Bruto (PIB), el empleo, la deuda, el déficit público y la inflación, con un cierto consenso en sus estimaciones.
Uno de los hechos más destacados y que más ha afectado a la economía española en la parte final del año ha sido la DANA que ha azotado el mediterráneo español, concretamente a la costa de Valencia. Se espera que este fenómeno tenga consecuencias sobre las cifras finales de 2024, pero según las primeras estimaciones, no ha afectado tanto como se esperaba.
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Una horquilla de crecimiento del PIB de entre el 2,1% y 2,5%
Uno de los principales indicadores del estado general de la economía de un país es su crecimiento económico. En nuestro territorio, según las proyecciones de distintas fuentes, se espera que el crecimiento del PIB crezca algo más de lo que se esperaba a principios de año y oscile entre el 2,1% y el 2,5%.
La agencia de calificación S&P Global Ratings ha sido el analista con la previsión más alta, con un pronóstico del PIB del 2,5% en 2025. Esta previsión se debe a varios factores, como unas condiciones financieras más holgadas y a una aportación de la demanda externa muy positiva. La última revisión de la entidad estimó el crecimiento del PIB en España en torno al 3,1% en 2024, por lo que se contempla un descenso en dicho crecimiento con el cambio de año.
El Consenso Económico y Empresarial de PwC espera un crecimiento más moderado en 2025, estableciendo un 2,1% en su última revisión, calificando como “excelente o buena” la situación que atraviesa la economía española. PwC cerró la previsión del PIB de 2024 con un crecimiento a de 3,4%, mayor que S&P, por lo que prevén un descenso mayor del crecimiento.
Funcas, al igual que CaixaBank Research, no se moja. Ambas organizaciones se sitúan en un punto medio de crecimiento estimando un 2,3% para 2025.
Tal y como indica CaixaBank, se espera un ritmo dinámico y muy superior al 1,3% esperado en la eurozona, con la aceleración del consumo privado y el sector turístico como protagonista.
Funcas, por su parte, destaca el crecimiento del consumo privado, sostenido por la creación de empleo y el desembolso de una parte del ahorro acumulado. La inversión repuntará levemente a medida que se acerca el plazo de ejecución de los fondos Next Generation y que la reducción de los tipos de interés incentiva el recurso al crédito.
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En ese punto, hay que tener en cuenta que, si bien el consumo da buenas noticias, la inversión muestra signos de debilitamiento. En opinión de María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, “la falta de inversión hoy significa el hambre de mañana”.
Pese a ello y a la catástrofe natural de la DANA en Valencia, las previsiones para el crecimiento del PIB en 2025 varían ligeramente entre las diferentes instituciones, pero todas sugieren el mismo panorama: crecimiento moderado pero sólido. Las tensiones geopolíticas y otros temas imprevisibles que persisten en el espectro mundial, con lo que esto significa para los mercados, pueden ser causantes de variaciones en dichas previsiones.
En conversación con Capital, Antonio Pedraza señala que: “La llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos puede causar problemas a España”. En su opinión, las amenazas de aranceles pueden arriesgar la situación del país.
Por otro lado, Fernández (Funcas) remarca que ha llegado un nuevo cisne negro que puede tener consecuencias sobre la economía europea: “Lo ocurrido con el Gobierno de Francia podría llegar a afectar al euro”, recalca.
Empleo
Otro indicador clave para conocer el estado de la economía de un país es el mercado laboral, ya que influye en el consumo, así como en la productividad.
Según el Panel de Funcas, las estimaciones de los expertos contemplan que el empleo crecerá menos en 2025, pero la tasa de paro caerá, por lo que se verá compensada. Tal y como indica el Panel, se prevé un crecimiento del empleo del 1,7%, un 0,5% menos que en 2024, estableciendo una tasa media de desempleo anual en un 11,1%.
El Gobierno de España, en su último informe de previsiones macroeconómicas y fiscales, respaldado por el INE, sitúa sus previsiones con mayor optimismo que Funcas con una tasa media de desempleo del 10,7%.
La fuerte creación de empleo en España se prolongará en los próximos años. El escenario macroeconómico proyecta que se alcanzarán nuevos máximos de ocupación y una reducción de la tasa de paro hasta cifras inferiores al 11 % en el horizonte de previsión. Esta dinámica se verá reforzada por un significativo crecimiento de la población activa, gracias a la inmigración, que en el último año acaparó casi todo el crecimiento del empleo. El dinamismo del empleo, junto con la recuperación de poder adquisitivo de los salarios, será el principal motor de la evolución del consumo de los hogares.
Se dispara el déficit por la DANA
En cuanto al déficit público, el Panel Funcas espera que el próximo año, ante la reducción al 3,1% del presente curso, se consiga alcanzar un descenso hasta el 2,9%. Esta cifra debería reducirse un 0,4% más si quiere cumplir con las nuevas reglas fiscales a partir de 2025 o 2,5 puntos porcentuales del PIB en el acumulado del programa.
El Gobierno ha asumido con la Comisión Europea (CE) el compromiso de reducir el déficit público en un promedio anual de 0,4 puntos del PIB entre 2025 y 2031. Este ajuste, tomando como referencia hipotética el PIB de 2023 para todos los años, equivaldría a aproximadamente 42.000 millones de euros.
La crisis de la DANA ha provocado un vuelco presupuestario. Según Scope Ratings, España tendrá un déficit público para 2025 de al 3% del PIB, frente a la estimación anterior del 2,3%.
Según los datos contemplados, la ratio de deuda pública sobre el PIB se situará por encima del 100%, según el Panel Funcas, cerca del 101%.
A modo de resumen, podemos afirmar que las proyecciones indican una disminución de la ratio de déficit público, esperada cerca del 3% del PIB en 2025. Por el lado de la deuda pública, también se espera que disminuya en comparación con el PIB, aunque sigue siendo alta, con estimaciones por encima del 100% del PIB en 2025. En términos absolutos, la deuda sigue incrementándose, con una cifra récord 1,636 billones de euros en el pasado mes de septiembre. Estas proyecciones sugieren que la situación fiscal de España seguirá siendo una preocupación para este año, aunque se esperan mayores descensos en deuda con respecto al PIB y déficit público en los próximos ejercicios.
Inflación
Según las proyecciones de Funcas, se espera un ligero descenso en la tasa general de inflación, posicionándose en un 2,1% para la general y un 2,2% para la subyacente, dejando una interanual del 2,2%.
Las proyecciones de inflación del Banco Central Europeo (BCE) para la zona euro muestran un firme acercamiento al objetivo, con unas perspectivas de regreso al 2% para 2025, pero por el momento ha decidido mantener inalterados los tipos de intervención
Para Antonio Pedraza (CGE) “es importante que el BCE acompase la bajada de tipos con el control de la inflación”. En ese aspecto, las bajadas de este año no han repercutido significativamente en los precios.
Por otro lado, nuestro país ha sufrido su propio acontecimiento imprevisto. El Banco de España ha calculado un impacto estimado de la DANA cercano a dos décimas en la tasa de crecimiento trimestral del Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre y de 0,15 puntos porcentuales sobre el Índice de Precios al Consumo (IPC) a largo plazo.