La Unión General de Trabajadores (UGT) ha expresado su preocupación ante el incremento del Índice de Precios de Consumo (IPC) registrado en octubre, que ha subido una décima, alcanzando el 3,1%. Este aumento supone el segundo mes consecutivo de alzas en el IPC.
A través de un comunicado de audio enviado a los medios, Patricia Ruiz, secretaria de Salud Laboral de UGT, detalló que aunque el aumento salarial en convenio está superando la inflación, este crecimiento «no está llegando al bolsillo» de los trabajadores. En sus palabras, uno de los principales problemas es el alto y descontrolado coste de la vivienda, lo que dificulta que las subidas salariales se traduzcan en un beneficio real para los empleados. Ruiz también hizo referencia a la «compensación y absorción» que afecta a aquellos que perciben el salario mínimo interprofesional, señalando que este fenómeno está impidiendo que el aumento del SMI tenga el impacto esperado.
Cuestiones como el exacerbado e incomprensible coste de la vivienda está haciendo imposible que las subidas salariales lleguen realmente al bolsillo de las personas trabajadoras
Frente a esta situación, UGT tiene la intención de reivindicar una actualización salarial más acorde con las realidades económicas actuales en el próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). La organización aboga por incluir cláusulas de actualización automática al IPC y sugiere que las subidas se alineen con las áreas de mayor presión económica. Según UGT, estas medidas deben estar en sintonía con el 13% de ganancias que las empresas están experimentando, según datos del Observatorio de Márgenes Empresariales.
Desde UGT reivindicarán en las negociaciones para el próximo acuerdo para el empleo una subida salarial de acuerdo con las zonas tensionadas
