En su reciente informe financiero, Vodafone España ha registrado una reducción significativa en sus pérdidas netas, alcanzando los 5 millones de euros en su último año fiscal, finalizado el pasado 31 de marzo; cifra que representa un descenso del 98,5% con respecto a los 340 millones de euros de pérdidas del año anterior.
La compañía atribuye esta mejora a ajustes contables, destacando que su actividad en España ya se considera discontinuada debido a la venta del negocio al fondo británico Zegona por 5.000 millones de euros, realizada en octubre del año pasado.
Vodafone España reportó una facturación de 3.846 millones de euros en el último año fiscal, un 1,56% menos que en el ejercicio anterior. En concreto, ingresó 3.429 millones de euros por servicios, un 2,41% menos en comparación con los 3.514 millones de euros del ejercicio anterior, y obtuvo "otros ingresos" por un importe de 417 millones de euros, un 6,1% más en relación con los 393 millones de euros de hace un año.
Por otro lado, la compañía atribuye la disminución de los ingresos totales a la competencia de precios en el segmento de consumo, una disminución en la base de clientes y una reducción en las tarifas de terminación móvil.
En términos de rentabilidad, el beneficio bruto de explotación de Vodafone en España aumentó un 64,8% hasta alcanzar los 1.180 millones de euros, en comparación con los 716 millones de euros del año fiscal anterior. Además, el resultado operativo ascendió a 366 millones de euros, en contraste con las pérdidas operativas de 330 millones de euros del año anterior.
Aprobación "inminente" del Gobierno
La venta del negocio de Vodafone en España a Zegona todavía tiene que ser aprobada por el Gobierno y se prevé que el Ejecutivo aprobará la operación en el Consejo de Ministros de este mismo martes o en el de la semana que viene.
"Esperamos que la aprobación final de las autoridades españolas se conceda de forma inminente y que la operación se complete poco después", ha destacado Vodafone.