La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció recientemente un plan ambicioso para movilizar 1.800 millones de euros destinados a fomentar la producción de baterías para vehículos eléctricos en Europa. Este esfuerzo busca contrarrestar la competencia de gigantes como China y Estados Unidos. En su discurso ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, von der Leyen destacó la importancia de esta inversión en el contexto de la independencia económica y tecnológica de la Unión Europea.
Von der Leyen subrayó que las baterías son un componente clave para las tecnologías limpias, particularmente en lo que respecta a los vehículos eléctricos. La producción de estas baterías es considerada fundamental para garantizar la autonomía del bloque europeo. Además de esta inversión financiera, la líder del Ejecutivo comunitario aboga por priorizar productos de fabricación europea mediante un criterio ‘Made in Europe’ en la contratación pública.
En línea con estos objetivos, la Comisión Europea planea proponer una ley destinada a acelerar el desarrollo de sectores y tecnologías considerados estratégicos. La presidenta resumió su visión afirmando:
más rápido, más inteligente y más europeo
refiriéndose a las aspiraciones de Europa en términos de tecnologías digitales y limpias.
El futuro del automóvil europeo
Consciente del deseo de «millones de europeos» de adquirir automóviles asequibles, Ursula von der Leyen destacó la necesidad de invertir en vehículos «pequeños y asequibles». La presidenta expresó su convicción de que:
Europa debería tener su propio coche eléctrico
Insistió en que la Unión Europea no puede permitir que China y otras naciones dominen este mercado emergente. Von der Leyen hizo hincapié en que los coches del futuro deben fabricarse en Europa, subrayando así su compromiso con el liderazgo europeo en tecnología automotriz y energía limpia.
