Propuesta de Ursula von der Leyen sobre inversión en defensa
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha realizado una propuesta significativa este viernes en relación a las inversiones en defensa dentro de la Unión Europea. Durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich, subrayó la necesidad de congelar las reglas fiscales de la UE, similar a lo que se hizo en 2020 con la activación de la cláusula de escape, que permite excepciones en situaciones excepcionales como la pandemia de Covid-19.
Von der Leyen destacó que nos encontramos en un nuevo periodo de crisis que justifica este enfoque. La presidenta ha afirmado: «Creo que ahora nos encontramos en otro periodo de crisis que justifica un planteamiento similar. Por eso puedo anunciar que propongo activar la cláusula de escape para las inversiones en defensa».
En su discurso, recordó que los Estados miembros están actualmente invirtiendo alrededor del 2% del PIB en defensa, una cifra que ha aumentado de más de 200.000 millones de euros antes del conflicto actual a más de 320.000 millones en 2024. Von der Leyen planteó que el incremento de los gastos de defensa podría ser considerable, pasando de poco menos del 2% a más del 3%, lo que requeriría cientos de miles de millones de euros adicionales de inversión cada año. En sus palabras:
Esto permitirá a los Estados miembro aumentar sustancialmente sus gastos de defensa de forma controlada y condicionada
La propuesta incluye un paquete más amplio de «herramientas a medida» que se ajustará a las necesidades específicas de cada país. Esta cláusula ya se había utilizado para suspender temporalmente las normas fiscales durante cuatro años, permitiendo que los Estados miembros manejaran el inesperado aumento de gastos públicos durante la crisis sanitaria. La reforma de las reglas fiscales, que entró en vigor el pasado 30 de abril de 2024, ha reactivado los umbrales de déficit y deuda, proporcionando un mayor control a los Estados miembros.
La flexibilización de las reglas fiscales podría ser particularmente beneficiosa para naciones como España, que actualmente se encuentra en la parte baja del gasto defensivo con un 1,28%, por debajo del objetivo del 2% acordado por los aliados de la OTAN en 2014, con solo 23 de sus 32 miembros cumpliendo con este compromiso.
