La carrera por dominar los pagos digitales en Europa ha dado un paso decisivo con el lanzamiento de Wero, la nueva plataforma de transferencias instantáneas impulsada por más de 30 bancos europeos. Esta aplicación, que ya está operativa en países como Alemania, Francia y Bélgica, busca convertirse en el referente continental de los pagos móviles, posicionándose como una alternativa directa a Bizum y un contrapeso europeo a los gigantes estadounidenses Visa y Mastercard.
Wero es el resultado de la Iniciativa de Pagos Europea (EPI, por sus siglas en inglés), un ambicioso proyecto que busca integrar los sistemas de pagos fragmentados en el continente en una única solución interoperable. A diferencia de Bizum, que está limitado al territorio español, Wero nace con vocación paneuropea, permitiendo a los usuarios enviar y recibir dinero entre diferentes países de la eurozona de forma instantánea, segura y gratuita.
La propuesta es sencilla: realizar pagos con solo un número de teléfono o un correo electrónico, sin necesidad de conocer el IBAN del destinatario, y con transferencias que se ejecutan al instante. Además, según ha anunciado la EPI, en los próximos meses incorporará funcionalidades como pagos en comercios físicos mediante códigos QR o tecnología NFC, pagos en línea, opciones de fraccionamiento de compras, y sistemas de fidelización integrados. Todo ello con el objetivo de ofrecer una experiencia unificada y completa para el consumidor europeo.
El lanzamiento progresivo de Wero comenzó a mediados de 2024 en Alemania, Francia y Bélgica, y está previsto que se expanda a los Países Bajos y Luxemburgo en el transcurso de 2025. La plataforma, además, se apoya en una infraestructura común y estandarizada, que permitirá una integración sencilla con las aplicaciones móviles de los bancos asociados, al igual que ocurre con Bizum en España.
Wero vs. Bizum: la batalla por liderar los pagos móviles en Europa
La comparación es inevitable. Bizum se ha convertido en parte de la vida diaria de los españoles. Más de 27 millones de personas lo usan para pagar a amigos, repartir gastos, hacer donaciones o incluso pagar en algunos comercios. Es rápido, gratuito, y está integrado en casi todas las apps bancarias del país. Desde su nacimiento en 2016, no ha parado de crecer, pero tiene un límite claro: solo funciona en España. Si quieres enviar dinero a alguien en otro país europeo, Bizum no te sirve. Y ahí es donde entra Wero. La aplicación es la nueva apuesta europea para los pagos instantáneos. Es como un Bizum para toda Europa, pero con una visión mucho más ambiciosa. Ya está en marcha en Alemania, Francia y Bélgica, y pronto llegará a más países. Su objetivo es claro: que cualquier persona en Europa pueda enviar y recibir dinero al instante, sin importar el país o el banco. Solo con el número de teléfono o el email, como ya hacemos con Bizum.
Además, Wero no quiere quedarse solo en los pagos entre particulares. Está preparando funciones para pagar en tiendas físicas con el móvil (usando NFC o códigos QR), dividir compras, pagar a plazos o acumular puntos con programas de fidelización. Todo en una sola plataforma. La diferencia clave está en la escala y la interoperabilidad. Bizum ha intentado acuerdos con otros sistemas como MB Way (Portugal) o Bancomat Pay (Italia), pero no ha conseguido una conexión real entre países. Wero, en cambio, nace ya con ese enfoque internacional, con el respaldo de más de 30 bancos europeos y el apoyo del Banco Central Europeo. Es una jugada estratégica: Europa quiere depender menos de gigantes como Visa y Mastercard, y tener su propio sistema de pagos fuerte y unificado.
Ahora bien, Wero también tiene sus retos. El principal: ganarse a los usuarios. En España, por ejemplo, Bizum está muy asentado y cambiar de hábito no será fácil. Además, coordinar tantos bancos de distintos países no es tarea sencilla. Cada uno tiene sus propios sistemas y tiempos. Entonces, ¿Cuál es mejor? Bizum es excelente dentro de España, muy consolidado y con millones de usuarios fieles. Pero Wero apunta más alto: quiere ser la herramienta de referencia en toda Europa. Si cumple lo que promete, podría transformar por completo la forma en que pagamos y movemos dinero en el continente.
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