Acerinox ha manifestado un panorama muy optimista respecto a su negocio en Estados Unidos, destacando su intención de integrar Haynes con su filial norteamericana, NAS. Este movimiento es considerado clave para fortalecer su plan de crecimiento en el país, a pesar de los desafíos impuestos por la guerra arancelaria desencadenada por la administración de Donald Trump.
En un encuentro reciente con la prensa previo a la junta general de accionistas, el presidente del grupo siderúrgico, Carlos Ortega, enfatizó que las buenas previsiones en Estados Unidos han llevado a la compañía a enfocar sus inversiones «muy importantes» en este mercado. «Es donde pensamos que se puede crear mayor generación de valor», subrayó Ortega.
Plan de expansión y nuevas adquisiciones
Ortega señaló que, tras llevar a cabo la mayor adquisición en la historia de la empresa con Haynes, la atención ahora se centra en la integración de esta compra y en el plan de expansión de NAS. Este plan incluye incrementar la capacidad y las ventas en el mercado norteamericano en un 20%. Para lograrlo, Acerinox destinará 244 millones de dólares al aumento del volumen de productos planos, especialmente en aquellos de mayor valor añadido.
Estamos muy equilibrados en todos los sectores de crecimiento y de futuro
No obstante, el presidente dejó claro que la empresa «siempre estará abierta a oportunidades» de adquisiciones futuras, siempre que estas piezas «encajen en el puzzle» del grupo. La compañía ha demostrado en el pasado que busca oportunidades con potencial de valor, como fue el caso de Haynes o la alemana VDM Metals.
Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, señaló que la compra de Haynes abre un abanico de posibilidades de integración «enormes» con NAS y VDM, lo que le da a Acerinox «mayor acceso» al creciente sector aeroespacial.
Perspectivas y estrategia corporativa
Velázquez calificó el año 2024 de transformacional para la compañía, resaltando hitos significativos como la adquisición de Haynes y la exitosa salida de Asia con la venta de su planta en Malasia, lo que permitirá enfocar el negocio en mercados clave como Estados Unidos, Sudáfrica y Europa.
Con un peso del mercado americano en su facturación que ronda el 50%, Ortega indicó que los aranceles en Estados Unidos «no le vienen del todo mal» a Acerinox, aunque expresó preocupación por el futuro del sector en Europa. Velázquez defendió la necesidad de «proteccionismo» y «autonomía estratégica» para la industria del acero, ante las amenazas que representa la sobrecapacidad de productores asiáticos como China.
Ortega descartó la idea de cotizar en el mercado estadounidense, argumentando que tener una cotización en dos países dividiría la liquidez y no resultaría beneficioso para la compañía. En el próximo encuentro del 6 de mayo, Acerinox propondrá a sus accionistas el abono de un dividendo complementario de 0,31 euros brutos por acción, lo que eleva la retribución total del año a 0,62 euros por título.
Finalmente, la junta también someterá a votación la reelección de varios consejeros y la reducción de la duración de los cargos de los consejeros de 4 a 2 años, una medida que, según Ortega, contribuirá a un mejor gobierno corporativo.
