La Asociación Europea de Agencias de Viajes y Turoperadores (ECTAA) ha reiterado su demanda urgente de protección ante la insolvencia de aerolíneas, con el reciente caso de Air Belgium como un claro ejemplo. Esta situación ha dejado casi ocho millones de euros en reclamaciones de reembolso pendientes, de los cuales más de cinco millones fueron vendidos a través de intermediarios de viaje. Para la ECTAA, la magnitud de esta pérdida resalta el papel esencial que desempeñan estas empresas en el sector del transporte aéreo, a la vez que evidencia la exposición “dolorosa” de los intermediarios ante las quiebras de aerolíneas.
La patronal califica la carga financiera que enfrentan las agencias de viajes como “injusta” y subraya que el 98% de los intermediarios son pequeñas y medianas empresas, muchas veces microempresas. Un comunicado de la ECTAA explica que “cuando un intermediario vende un billete de avión como parte de un viaje combinado y la aerolínea quiebra, el organizador está obligado por ley a proporcionar un billete alternativo, a menudo sin la posibilidad de recuperar los fondos de la aerolínea insolvente”.
La ECTAA considera que el Consejo de la Unión Europea ofrece una oportunidad única para instar a los responsables políticos a establecer medidas que garanticen el reembolso de los billetes cuando se cancelen vuelos
En la actualidad, el Consejo de la Unión Europea está debatiendo la revisión del Reglamento sobre los derechos de los pasajeros aéreos. La ECTAA ve en esto una oportunidad para que las autoridades introduzcan disposiciones claras que obliguen a las aerolíneas a implementar sistemas de reembolso en caso de quiebra o cese de operaciones. La asociación sigue abogando por un mecanismo obligatorio de protección, similar al fondo de garantía de billetes aéreos de Dinamarca.
Los intermediarios de viajes son la «espina dorsal» del ecosistema de los viajes, garantizando la elección y el servicio al consumidor
Frank Oostdam, presidente de la ECTAA, ha declarado que sin la protección adecuada, estos intermediarios enfrentan consecuencias financieras derivadas de la mala gestión de las aerolíneas, afirmando que “ha llegado el momento de actuar” para salvaguardar sus intereses y garantizar la confianza del consumidor en el sector.
