El consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, ha expresado su opinión acerca del impacto que podrían tener los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos en la compañía. Faury sostiene que, dada la presencia de Airbus en el país, con plantas de ensamblaje y fabricación de componentes, la empresa no debería verse afectada de manera directa.
Faury destacó que Airbus es uno de los principales clientes de exportación de la industria aeroespacial estadounidense y que la actividad de ambas partes del Atlántico está muy interconectada. “Compramos mucho de EE.UU. (…) y somos los primeros clientes de exportación de la industria aeroespacial de EE.UU.”, afirmó el CEO. Sin embargo, también reconoció la incertidumbre provocada por la regulación, ya que los detalles sobre los aranceles, su aplicación y duración, aún no se han definido.
A pesar de esta situación, el consejero delegado aseguró que Airbus se encuentra evaluando todos los escenarios posibles para adaptarse a la nueva normativa en colaboración con las aerolíneas estadounidenses. “Obviamente habría un aumento en el coste”, lo que podría llevar a un incremento de precios para los consumidores finales en EE.UU., advirtió Faury.
Aún con los desafíos que esto presenta, el CEO mantiene una postura optimista, argumentando que el modelo híbrido de negocio de Airbus, que incluye tanto exportaciones como importaciones, le permite ser menos vulnerable a estas restricciones. Con su capacidad de producción en Europa y otras regiones, la empresa está bien posicionada para continuar ofreciendo servicio a sus clientes internacionales.
Faury concluyó que los aranceles no solo afectarían a Airbus, sino que tendrían repercusiones para toda la industria, incluyendo la estadounidense. La interdependencia entre ambas naciones en el sector aeroespacial subraya la importancia de una cooperación continua para el bienestar del mercado.
