Existe una necesidad cada vez mayor entre los consumidores de que los productos sean respetuosos con el medioambiente y, a su vez, conserven el sabor original y sus propiedades
La industria alimentaria vive inmersa en un proceso de innovación sin precedentes y es que la comida a la que hemos estado acostumbrados durante toda nuestra vida parece tener un nuevo competidor: los alimentos sintéticos.
Estos innovadores alimentos se han convertido en un nuevo nicho de negocio que explorar y se debe, principalmente, a que la comida sintética "promete" salvar el planeta.
A pesar de que el debate esté en torno a si realmente estos alimentos podrían representar una amenaza para el patrimonio agroalimentario o no, hay quienes han decidido invertir en esta nueva industria a pesar de desconocer hasta dónde podrán llegar los límites en materia regulatoria.
Jeff Bezos y Bill Gates apuestan por los alimentos sintéticos
Un claro ejemplo de la importancia que puede llegar a tener esta industria lo encontramos en dos de sus grandes inversores: Bill Gates (Microsoft) y Jeff Bezos (Amazon), quienes suelen adelantarse a la infinidad de posibilidades que puede ofrecer la tecnología y la ciencia.
Tanto uno como otro invirtieron en compañías cuya producción se basa en la carne artificial, como Nature’s Fynd, que produce una proteína de hongos nutricionales que proviene de los manantiales de agua caliente del Parque Nacional de Yellowstone y que puede convertirse en carnes alternativas, como el pollo; alimentos lácteos alternativos, como el yogur o el queso; y bebidas.
En 2021 aterrizó en los supermercados estadounidenses y captó 158 millones de dólares de sus inversores, lo que equivale a unos 133 millones de euros.
Para entender la importancia que tiene el sector de la carne artificial para un magnate como Bill Gates, solo hay que ver la magnitud de sus inversiones en ella: ya en 2017 invirtió 75 millones de dólares en el desarrollo de carne artificial a partir de plantas para hamburguesas, en concreto, en la empresa Impossible Food. Compañía la cual firmó una alianza con Burger King para vender sus famosas hamburguesas y nuggets veganos.
De hecho, en su libro How to Avoid a Climate Disaster, donde explica que la ganadería es uno de los sistemas de producción alimentaria que más contribuye al calentamiento global, afirma que para acabar con esto hay que conseguir que los países ricos cambien sus costumbres y comiencen a consumir carne sintética.
La nueva forma de producir leche sintética
En paralelo, también ha surgido una nueva forma de producir leche sintética y no hablamos de las bebidas vegetales que ya gozan de un espacio destacado entre los que quieren huir de la leche de vaca. Una de ellas es la denominada Hydrocow, una forma de producir leche a partir de CO2, hidrógeno y electricidad, cuyo proyecto ha sido seleccionado por el Consejo Europeo de Innovación de la Comisión Europea y que ha llevado a cabo la empresa finlandesa Solar Food en colaboración con otras empresas y universidades de Países Bajos y Alemania.
Actualmente ya existen diferentes empresas que han logrado los permisos pertinentes de las autoridades sanitarias para comercializar estos productos lácteos que no han sido obtenidos de los animales. Una de ellas es Perfect Day, la empresa que se asoció con Nestlé y que elabora la leche en tanques de fermentación a escala industrial y reproduce la totalidad de los componentes de la leche de vaca tradicional.
Muchos se preguntarán por qué Nestlé ha decidido aliarse con esta compañía. Pues bien, según un estudio del gigante alimentario, existe una necesidad cada vez mayor entre los consumidores de que los productos sean respetuosos con el medioambiente y, a su vez, conserven el sabor original y sus propiedades.
Y en este caso, España también ha decidido entrar en el terreno de juego. Hablamos de una startup catalana llamada Real Deal Milk, que ha desarrollado un sistema de producción y otros productos lácteos basado en la fermentación de precisión para evitar la utilización de animales.
En concreto, esta compañía consiguió la ayuda Startup Capital de Acció, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Cataluña, y ha recibido 75.000 euros para el impulso de su tecnología en la fase inicial.
Sin embargo, a pesar de todos estos avances y a que países como Estados Unidos, Israel o Singapur ya hayan dado pasos de gigante en esta industria emergente, en Europa habrá que esperar a conocer si las autoridades europeas, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, dan el visto bueno a estos nuevos alimentos. En ese sentido, el Viejo Continente se mueve a una velocidad más lenta, pero se mueve. Prueba de ello es la luz verde a la comercialización de harina de grillos como alimento. No obstante, hay que diferenciar que en este caso se trata de un alimento real, aunque proceda de un insecto, mientras que la bebida de la que hablamos en este artículo es sintética.