El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, ha expresado su preocupación acerca del creciente aumento de la economía sumergida, culpando directamente al Gobierno actual de esta situación. En una reciente entrevista con Europa Press, Amor argumentó que la implementación de un entramado complejo de leyes y normas, sumado al incremento de la presión fiscal y los llamados «impuestos de diseño», está provocando un repunte de la informalidad en España.
Desafíos económicos y administrativos para las pequeñas empresas
Amor detalló que el problema se agrava con el aumento de las cotizaciones y los trámites administrativos que, en sus palabras, constituyen un verdadero obstáculo para las pequeñas empresas. «Esto lo hace muy complicado», afirmó. A pesar de que tras la pandemia de COVID-19 se observó una reducción en la economía sumergida, ahora se está dando una regresión en esta materia. Un ejemplo claro es el régimen de hogar, en el cual las estrictas normativas han disminuido significativamente el número de empleados formales, empujándolos hacia la informalidad.
Eso solo tiene un sentido y es que cada día están más en la informalidad
Críticas a la burocracia y un llamamiento a la acción
En su intervención en el VII Foro iberoamericano de la mipyme, Lorenzo Amor señaló que, tras más de 15 años representando a los autónomos, cada día lidian con más obstáculos burocráticos y legislativos. El año pasado en España se promulgaron 719 leyes y normas, una cifra un 5% mayor que el año anterior, lo que equivale, según él, a leer 811 veces la Biblia en un año. Además de señalar la complejidad administrativa, destacó problemas significativos en la financiación de las pequeñas y medianas empresas (pymes).
A pesar de que las mipymes son responsables de una parte importante del empleo y el valor del PIB en la región, Amor insiste en que se necesita avanzar en aspectos clave como una fiscalidad más justa, la formación, la empleabilidad y el desarrollo del talento. Finalizó su declaración con un llamado a los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos para que escuchen y actúen sobre estas preocupaciones fundamentales.
Esperemos que se escuchen estas reclamaciones por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los países de Iberoamérica


