Las diferencias de precio en las gasolineras de Ballenoil en comparación con otras estaciones de servicio tradicionales son significativas, superando los 30 céntimos por litro en ciudades como Madrid y alcanzando los 25 céntimos en Barcelona, según un comunicado de la empresa. Este análisis se basa en datos del Geoportal de Precios de Carburantes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, que señala que en Madrid la gasolina de 95 octanos llega a costar hasta 1,63 euros por litro, mientras que en Ballenoil es posible encontrar precios hasta 30 céntimos más baratos.
La compañía ha atribuido sus precios competitivos a una estrategia de costes que incorpora la automatización del servicio, la digitalización de procesos internos y control directo del suministro. Este enfoque les permite ajustar los precios a diario, colocándolos entre las estaciones más asequibles del mercado.
Además, Ballenoil ha resaltado que esta tendencia de precios bajos se extiende a otras provincias como Valencia, Sevilla, Murcia, Toledo, Granada, Cádiz, Badajoz, Valladolid, Huesca, Cantabria, Palencia y Jaén. El modelo de negocio de Ballenoil se centra en un sistema sin servicios añadidos, que prioriza el repostaje automático. Esta estructura ligera permite una reducción de costes fijos, trasladando así parte de los ahorros al cliente. La digitalización de sus procesos logísticos y la gestión directa del suministro también facilitan ajustes constantes en función de la evolución del mercado mayorista.
El sistema de Ballenoil se basa en un modelo sin servicios anexos, centrado exclusivamente en el repostaje automático
