El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha anunciado que el BBVA no podrá efectuar «procesos específicos» relacionados con la OPA al Banco Sabadell durante un periodo de al menos tres años, ampliable a cinco. Esta decisión fue comunicada en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, destacando la importancia de mantener la autonomía de gestión de ambas entidades durante este tiempo.
El Gobierno fundamenta su decisión en varios criterios de interés general, entre los que destaca la protección de los trabajadores y el mantenimiento de la plantilla. Además, otros factores como la cohesión territorial, el cumplimiento de la regulación sectorial, y el mantenimiento de políticas sociales y de innovación tecnológica también han influido en la exigencia de estas condiciones a la OPA de BBVA.
Medidas para garantizar la continuidad
En relación a cómo se garantizarán estas medidas de empleo, Cuerpo afirmó que el objetivo es asegurar la «continuidad» en las políticas de recursos humanos y en las oficinas de las dos entidades. Según sus declaraciones, desde 2022, ambas instituciones han venido incrementando sus plantillas, y los últimos expedientes de regulación de empleo se realizaron en 2021. Este contexto será clave para evaluar las decisiones futuras, asegurando siempre la maximización del valor de cada entidad por separado.
A pesar de las restricciones impuestas en la OPA, BBVA podrá nombrar a los consejeros de Sabadell si la operación se completa exitosamente. No obstante, los consejeros nombrados por BBVA deberán actuar conforme a la Ley de Sociedades de Capital y obedecer principios de buen gobierno.
Consideraciones finales sobre la gestión
Cuerpo puntualizó que, aunque se preserve la autonomía de gestión, se prevé que los consejeros deben responder no solo al marco legal sino también actuar con buena fe y en beneficio de la entidad que representan. Esta medida garantiza que
la preservación de la autonomía de gestión de ambas entidades no comprometerá los derechos derivados de la adquisición
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