La dirección de BBVA ha tomado la decisión de pausar ciertos objetivos comerciales para permitir que su plantilla pueda enfocarse en atender a los clientes que acudan al canje de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell. La medida se da en un contexto donde los accionistas del Banco Sabadell tienen la posibilidad de decidir si aceptan la OPA de BBVA o no.
El periodo de canje, que se extiende hasta el 10 de octubre, había sido paralizado temporalmente mientras la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tomaba la decisión sobre la aprobación de la mejora de la oferta, la cual fue finalmente aprobada el pasado jueves 25 de septiembre. La nueva oferta propone la entrega de una acción nueva de BBVA por cada 4,8376 acciones de Banco Sabadell.
Para proceder con la aceptación de la OPA, los accionistas pueden presentar su declaración de aceptación por escrito en la entidad donde tengan depositadas sus acciones de Banco Sabadell. Esto se puede realizar de manera presencial, a través de medios electrónicos o mediante otros métodos aceptados por dichas entidades depositarias. Alternativamente, los accionistas tienen la opción de efectuar el trámite en una oficina de BBVA o contactando al banco por vía telefónica, sin incurrir en gastos asociados, ya que BBVA asumirá estos costos.
Para facilitar este proceso, BBVA ha optado por poner en pausa algunas metas comerciales. Según ha podido saber Europa Press a través de fuentes cercanas a la plantilla, el departamento de Talento y Cultura de BBVA reunió a los empleados para informarles sobre estos cambios y proporcionarles instrucciones claras de cómo proceder durante este periodo.
El banco ha dejado claro que hay que ser totalmente transparentes con la clientela y no transmitirles ninguna presión
, según explicó a Europa Press una fuente interna. La dirección del banco desea que no haya «presión añadida» durante este periodo crítico.
Por otro lado, fuentes sindicales consultadas por Europa Press han indicado que no se observa presión adicional sobre los trabajadores durante el proceso de canje. «La vida diaria no ha cambiado. La gente sigue dedicada a sus objetivos y sus clientes», comentó un delegado de uno de los sindicatos con representación en BBVA, indicando que la rutina laboral no ha sido alterada significativamente.
