BBVA ha actualizado el pasado viernes el folleto de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell en el mercado estadounidense, reflejando la postura de rechazo expresada por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, hacia la operación.
El folleto destaca que Cuerpo manifestó su oposición a la fusión de BBVA y Banco Sabadell el 10 de mayo, solo un día después de que la propuesta saliera a la luz. Desde entonces, el ministro ha mantenido su rechazo cada vez que se ha pronunciado públicamente sobre la cuestión.
BBVA subraya que la postura del ministro se ha dado antes de que se emitieran los informes de organismos clave como el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Dirección General de Seguros y el Sepblac (Unidad de prevención de blanqueo de capitales).
En el documento, BBVA también señala que el ministro Cuerpo se ha expresado en contra de la operación antes de que los técnicos del Ministerio hayan revisado y analizado la propuesta en profundidad.
El banco dirigido por Carlos Torres recuerda que no existe ningún precedente en España en el que una fusión tras la adquisición de una entidad financiera haya sido rechazada por el Ministerio de Economía. Por tanto, BBVA califica de "muy remota" la posibilidad de que el veto se materialice.
En esta actualización del folleto, no se detallan cambios significativos en las condiciones o eficacia de la oferta, pero sí se profundiza en las operaciones permitidas con acciones de Banco Sabadell.
Dado que BBVA ha lanzado una OPA, tiene prohibido comprar acciones de Sabadell por cuenta propia, tanto por la CNMV como por la SEC, en un esfuerzo por mantener la neutralidad de la operación. Sin embargo, la CNMV permite algunas excepciones para transacciones de clientes en el curso normal de los negocios, mientras que BBVA tuvo que solicitar permiso a la SEC en Estados Unidos, el cual fue concedido el 29 de mayo.
El folleto también aborda los riesgos potenciales de no lograr todas las sinergias y beneficios previstos si la fusión no se concreta. BBVA estima que la fusión podría generar un ahorro anual de 850 millones de euros, aunque incurrirá en costes de reestructuración de 1.450 millones de euros. No obstante, si la fusión no se lleva a cabo, es "improbable" que se logren todos los beneficios proyectados.
"Incluso si la fusión no se completa, [el banco] podrá centralizar ciertos procesos de Banco Sabadell en BBVA y operar ambas entidades desde una plataforma IT conjunta con capacidades multibancarias para todos los productos, servicios y sistemas", indica el banco.