Los principales fabricantes de automóviles alemanes, BMW, Mercedes-Benz y Volkswagen, han iniciado conversaciones con la administración de Donald Trump para evitar el impacto de los aranceles sobre sus productos. Según el medio económico alemán Handelsblatt, estas negociaciones surgen tras el reciente acuerdo de Washington con el Reino Unido, diseñado para mitigar los aranceles en los vehículos británicos.
Las compañías alemanas buscan llegar a un pacto que no afecte sus balances económicos, con la esperanza de que las discusiones con el departamento de comercio de Estados Unidos concluyan favorablemente para junio. En contrapartida, se espera que las empresas realicen inversiones significativas en el mercado estadounidense.
Las firmas alemanas son los principales exportadores de coches en suelo americano
Es relevante destacar que aproximadamente la mitad de los vehículos que producen BMW, Mercedes y Volkswagen en Estados Unidos están destinados a la exportación, y juntas representan el 85% de todos los coches exportados desde el país norteamericano. En este contexto, Mercedes-Benz planea agregar su SUV GLC más vendido a su línea de producción en Alabama a partir de 2027, mientras BMW evalúa la posibilidad de aumentar los turnos en su planta de Spartanburg. Además, Audi, parte del grupo Volkswagen, tiene proyectado producir ciertos modelos en Estados Unidos.
Todo esto ocurre en un momento en que las negociaciones sobre los aranceles entre Estados Unidos y Europa están aplazadas hasta el 9 de julio. Si los aranceles se mantienen, ambos mercados podrían enfrentar consecuencias negativas, ya que una gran parte de las exportaciones de coches desde Europa hacia Estados Unidos podría verse reducida, afectando tanto a Europa como a Estados Unidos.
