La Comisión Europea ha dado luz verde al acuerdo entre Repsol y la empresa suiza Bunge, que involucra el control conjunto de su filial en España, conocida como Bunge Ibérica (BISA). Esta operación incluye la adquisición de tres plantas de producción de aceites y biocombustibles situadas en Bilbao, Barcelona y Cartagena.
Bruselas ha determinado que la operación no generará problemas en términos de competencia, dado el impacto limitado que tendrá en los mercados donde ambas compañías operan. Este análisis se enmarca dentro del expediente que fue notificado al Ejecutivo comunitario el pasado 17 de enero y que ha sido evaluado bajo el procedimiento simplificado, destinado a los casos considerados menos problemáticos.
Este enfoque de revisión refleja el compromiso de la Comisión Europea por asegurar un entorno competitivo en el mercado, así como por facilitar acciones que, a su juicio, no afecten significativamente a la dinámica de competencia en el sector agroindustrial.


