La firma china BYD ha decidido suspender sus planes de construir una planta en México. Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre derivada de las políticas comerciales del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han influido en esta medida. A pesar de ello, la empresa sigue interesada en expandirse en América, aunque sin un calendario específico para llevar a cabo una nueva inversión.
Durante la inauguración de su primera planta de fabricación en Brasil, que es también la primera de la compañía fuera de Asia, la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, señaló en una entrevista con Bloomberg:
"Las cuestiones geopolíticas tienen un gran impacto en la industria automovilística. Ahora todo el mundo está replanteándose su estrategia en otros países. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión"
Antes de detener sus planes, BYD había evaluado tres posibles ubicaciones en México para establecer la planta automovilística. Sin embargo, la búsqueda se paralizó el año pasado, a la espera de los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En marzo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que BYD no había presentado una oferta formal para invertir en el país.
El Ministerio de Comercio de China también optó por retrasar la aprobación de la planta mexicana, teniendo en cuenta el temor de que Estados Unidos pudiera acceder a la tecnología de la compañía. Esta situación se produjo antes de que Trump anunciara aranceles generalizados sobre numerosos socios comerciales de EE.UU., así como impuestos específicos sobre productos importados, incluidos automóviles, lo que afectó significativamente a las cadenas de suministro del sector.
En este contexto, aunque BYD planea expandir su capacidad de producción, no se ha determinado cuándo se tomará esa decisión. El actual entorno de comercio global incierto continúa siendo un desafío para las empresas que buscan crecer en mercados internacionales.
