CaixaBank Research ha elevado la previsión de crecimiento de la economía española para este año a un 2,9%, superando el 2,4% previsto anteriormente. También ha ajustado la previsión para 2026 a un 2,1%, desde el 2% anterior. Esta decisión obedece a la «resiliencia de la economía española ante el contexto internacional adverso» y a los ajustes realizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el crecimiento de años pasados.
La economía española se anticipa a continuar su senda de crecimiento en los próximos trimestres, según la entidad, gracias a la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), la reducción en el precio de la energía y unos flujos de inmigración relativamente elevados. Sin embargo, factores como la normalización del crecimiento turístico y la moderación en los flujos de población previsibles podrían influir en una «senda de moderación» en el crecimiento para los próximos años.
CaixaBank Research prevé una inflación del 2,5% para este año, alcanzando el objetivo del 2% en 2026
debido a la normalización del IVA sobre la tarifa eléctrica y la moderación en precios alimentarios.
En el plano global, CaixaBank Research destaca que la «resistencia de la actividad económica, la mejora de las proyecciones de crecimiento y la reducción de la incertidumbre» perfilan un escenario más esperanzador. No obstante, advierte sobre las tensiones geopolíticas y los posibles riesgos de disrupción en las cadenas de suministro que puedan afectar el panorama internacional.
El informe remarca la desigualdad de crecimiento en la eurozona, destacando «el vigor del PIB español, las dificultades estructurales de la industria alemana y la situación financiera de Francia como puntos clave de atención».
Respecto a la política monetaria, CaixaBank Research señala que el BCE ya ha alcanzado su objetivo de inflación del 2%, y no se anticipan grandes variaciones en los tipos de interés, lo cual beneficiará a España a corto plazo. Por otro lado, la Reserva Federal de EE.UU. ha retomado la bajada de tipos, observando un enfriamiento en su mercado laboral y un efecto limitado de los aranceles sobre la inflación.
La economía mundial se verá apoyada por una China que demuestra resistencia en exportaciones y mejor expectativa de los analistas
, junto con precios de la energía que continuarán siendo «contenidos». En concreto, se espera que el precio del petróleo observe un ligero descenso, situándose en 65 dólares por barril para diciembre.
