Un reciente estudio titulado ‘Perspectivas Energía 2025’, elaborado por KPMG en colaboración con la CEOE, ha revelado que el 57% de los directivos de empresas energéticas en España identifica el riesgo regulatorio como la principal amenaza para su actividad. Esta preocupación es seguida por la evolución de los precios de la energía y las materias primas, mientras que las tensiones geopolíticas son vistas como un riesgo por el 29% de los encuestados.
La confianza en un marco jurídico y regulatorio adecuado fue destacada por el 76% de los directivos como una de las principales demandas al Gobierno. Otras áreas de interés incluyen la potenciación de la transición energética, mencionada por el 43%, y la eficiencia del gasto público, que fue señalada por el 35% de los encuestados. En el contexto de la transición energética, el 59% de las empresas encuestadas la considera como su prioridad para el próximo año, lo que refleja la importancia que este proceso tiene en sus planes estratégicos.
Las compañías energéticas necesitan confianza y certidumbre regulatoria
Según Eduardo González, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España, esta transformación está impulsada por la descarbonización, la electrificación y el desarrollo de energías renovables, lo que conlleva significativas implicaciones estratégicas y económicas para las empresas del sector. En cuanto a las áreas de inversión, el 71% de los directivos destinará recursos a la transición energética, seguido por la digitalización y nuevas herramientas tecnológicas, mencionadas por el 65%.
Además, un 63% de las empresas energéticas encuestadas ha invertido en Inteligencia Artificial (IA), un porcentaje que resalta la importancia de esta tecnología en el proceso de modernización y transformación del sector energético. La IA se posiciona como un elemento clave en la transición ecológica, comparable en inversión solo con el sector tecnológico, que lidera con 79% de inversión, seguido por banca (72%) y seguros (67%).
