Cementos La Cruz ha anunciado una inversión de 100 millones de euros durante los próximos cinco años, con el objetivo de impulsar la descarbonización y la industrialización de su actividad. Este anuncio ha sido realizado por Antonio Ballester, consejero delegado de la compañía, durante el 25 aniversario de la misma. Ballester también ha expresado el objetivo de alcanzar una facturación de 237 millones de euros para el año 2030 y aumentar la plantilla hasta llegar a medio millar de trabajadores.
Uno de los principales pilares del nuevo plan estratégico denominado Horizonte 2030 es la descarbonización. En este contexto, Cementos La Cruz ha lanzado Eraclitus, una nueva gama de cementos de baja huella de carbono. Esta gama está diseñada para reemplazar de manera progresiva al cemento portland tradicional, que es responsable de hasta un 10% de las emisiones mundiales de CO2. Esta línea de productos se propone reducir la emisión de 500.000 toneladas de CO2 en los próximos diez años, enfocándose en la reducción de clínker y el uso de materiales de proximidad dentro de un marco de economía circular.
Eraclitus se convierte de esta forma en el ‘buque insignia’ del compromiso climático de Cementos La Cruz, que aspira a alcanzar la neutralidad climática antes de 2030
Este ambicioso proyecto cuenta con el respaldo de la Comisión Europea, que ha concedido una financiación de 4,5 millones de euros para su desarrollo. Actualmente, uno de cada cuatro trabajadores de la compañía se dedica a la investigación y desarrollo, destinando un 2,5% de su facturación anual a proyectos de innovación, lo que supera la media española y europea.
El segundo gran eje del plan estratégico se centra en la industrialización del proceso constructivo. Para ello, Cementos La Cruz implementa tecnologías como la impresión 3D en hormigón, que se destaca por ser más eficiente, versátil y generar menos residuos. La industrialización es vista como una solución para los grandes retos estructurales de España, tales como el déficit de vivienda asequible, la escasez de mano de obra cualificada y el cumplimiento de las normativas ambientales.
Con nuestro Plan Estratégico Horizonte 2030 pretendemos impulsar el cambio en un sector clave de la economía, convirtiéndonos en una empresa referente en soluciones sostenibles, innovadoras y digitalizadas
Además, la empresa se posiciona como «actor clave» en el Perte de la Vivienda, que tiene un presupuesto de 1.300 millones de euros. La industrialización de procesos permite una aceleración en la edificación, una reducción en los plazos de entrega y una construcción más eficiente, de alta calidad y con un mayor control ambiental. «Apostamos por una construcción más atractiva, productiva y responsable con el planeta», afirmó Antonio Ballester, destacando que la transición ecológica se construye con el «cemento adecuado».
