La reciente decisión del actual presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, de presentar una reforma del reglamento de régimen interno ha estado marcada por las tensiones entre las organizaciones empresariales en España. Este movimiento, que busca eliminar el voto delegado en los procesos electorales, surgió a raíz de las presiones económicas ejercidas por la CEOE, según informan fuentes cercanas a Cepyme. Estas presiones fueron expresadas por varias organizaciones miembros, las cuales alertaron sobre el uso del patrimonio sindical.
El voto delegado en Cepyme, a diferencia de lo que ocurre en CEOE y ATA, es ilimitado. Esto se convierte en un punto crítico en el actual conflicto entre Cuerva y Antonio Garamendi, presidente de la CEOE. Mientras Cuerva desea continuar al frente de la patronal de las pymes y ha manifestado su intención de optar a la reelección, Garamendi ha empezado a buscar un candidato que lo sustituya. Las fuentes indican que esta situación se debe a la crítica de Cuerva hacia el Gobierno.
El patrimonio sindical está a nombre de CEOE, lo cual complica el acuerdo sobre su uso. Para poner de manifiesto estas coacciones, Cuerva propuso la modificación del reglamento interno con el fin de restringir las delegaciones. La junta de Cepyme respaldó la propuesta, resultando en 64 votos a favor, 55 en contra y 3 abstenciones. Esta nueva medida limita a seis el número de delegaciones de voto en los órganos decisorios y elimina el voto delegado en los procesos electorales, un cambio que se aplicará en las próximas elecciones, ya que el mandato actual de Cuerva finaliza el 16 de marzo.
Las reacciones del Comité Ejecutivo
Previo a la junta, Cuerva consultó al Comité Ejecutivo de Cepyme, cuyos miembros fueron elegidos por Garamendi. A pesar de que Cuerva no realizó cambios en su composición, se reflejó en acta que el voto del Comité no influiría en la decisión de la junta. La asesoría jurídica de Cepyme estuvo presente, aclarando que se votaría el contenido de la modificación y no su propuesta per se.
Se registraron 15 votos en contra y 11 a favor de la propuesta de Cuerva en el Comité, lo que llevó a la CEOE a argumentar que, al no contar con el apoyo del Comité Ejecutivo, se habría incurrido en un incumplimiento de los Estatutos. Sin embargo, Cepyme ha negado tal acusación, aunque es consciente de que esta reforma podría ser impugnada. Aun así, las fuentes consultadas afirman que Cuerva mantendrá su candidatura a la reelección y que planea convocar una junta antes del 16 de marzo.
“Cuerva seguirá llevando el asunto del voto delegado a la junta directiva, con el fin de asegurar que las elecciones sean limpias y que el voto sea secreto”, indican las fuentes de Cepyme. En todo momento, la organización reafirma su voluntad de mantener un diálogo constructivo con la CEOE, destacando que el único interés de Cuerva es la defensa de las pymes.