El próximo 20 de mayo, se llevará a cabo un decisivo proceso electoral en la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), donde el actual presidente Gerardo Cuerva y la presidenta de CEOE-Cepyme Valladolid, Ángela de Miguel, se postulan para la presidencia de la patronal de las pymes. Este proceso electoral ha estado marcado por un ambiente tenso, caracterizado por acusaciones reciprocas y una profunda disputa por el apoyo de los 505 vocales que representan a las 147 organizaciones integrantes de Cepyme.
Las vocalías están distribuidas en 230 pertenecientes a 56 organizaciones territoriales y 275 de 91 organizaciones sectoriales. De Miguel se presenta como la opción alternativa que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, había estado buscando para desafiar a Cuerva, quien ha generado distanciamientos por su postura crítica hacia el Gobierno en los últimos meses. Cuerva, quien ocupa la presidencia desde 2019, ha sido reelegido en 2021 gracias al apoyo unánime del Comité Ejecutivo, respaldado por más de la mitad de las organizaciones de Cepyme.
La intención de Cuerva de limitar el voto fue consecuencia de las presiones económicas ejercidas desde la CEOE
Las elecciones para definir al futuro presidente de Cepyme, que tendrá un periodo de cuatro años, se llevarán a cabo sin restricciones en el voto delegado, a petición de Cuerva. Este cambio en el reglamento interno, que él mismo había propuesto y que generó una intensa discusión sobre su validez, no logró ser implementado debido a la falta de apoyo del Comité Ejecutivo, lo que provocó una ‘guerra’ de informes jurídicos entre sus partidarios y detractores.
Cuerva ha denunciado «múltiples presiones» por parte de Garamendi y del Gobierno, y ha llegado a insinuar que la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, podría no ver con buenos ojos su eventual victoria. Cuerva argumenta que Garamendi busca instaurar una Cepyme sin autonomía, al manifestar su intención de asegurar que las pymes tengan «voz propia» en el marco de la unidad empresarial con la CEOE.
Las pequeñas y medianas empresas no tienen la sensación de que alguien esté peleando por ellas
En contraste, Ángela de Miguel ha indicado que las pymes se han sentido «abandonadas» durante el mandato de Cuerva, criticando su ausencia en las mesas de diálogo social con el Gobierno, acusación que Cuerva refuta, sosteniendo que ha sido ella quien ha estado menos presente en Cepyme. De Miguel enfatiza que la debilidad de Cepyme está impactando negativamente en la CEOE y ATA, las otras dos patas de la patronal española, y ha denunciado la guerra mediática que ha rodeado esta contienda interna.
Ambos candidatos han presentado listas para el Comité Ejecutivo que les apoyará, con Cuerva incluyendo 24 nombres y dejando espacios para potenciales aliados. Su lista cuenta con el respaldo de figuras clave de diversas regiones y sectores menos favorecidos económicamente. Por su parte, la lista de De Miguel incluye a representantes de importantes patronales, mostrando su apoyo entre las organizaciones que están vinculadas a la CEOE. Este enfrentamiento será un reflejo de las dinámicas internas que definirán el futuro de la representación de las pymes en España.
