Françoise Bettencourt Meyers, la segunda mujer más rica del mundo y heredera del imperio L’Oréal, dejará su cargo en el consejo de administración de la multinacional esta semana. Bettencourt Meyers ha estado en el consejo desde 1997 y ha ejercido el cargo de vicepresidenta desde 2020. En 2024, lideraba la lista de mujeres más ricas del mundo elaborada por Forbes, pero fue desbancada en la edición de 2025 por Alice Walton, heredera de Walmart, quien cuenta con una fortuna estimada en 101.000 millones de dólares, frente a los 81.600 millones de dólares de Bettencourt Meyers.
Con 71 años, Françoise ha comunicado a la dirección de L’Oréal que no solicitará la renovación de su mandato, el cual expira tras la junta general de accionistas programada para el 29 de abril. Sin embargo, ha manifestado su deseo de asegurar la continuidad del compromiso familiar con la empresa proponiendo que Téthys, el holding que gestiona los intereses de la familia y el mayor accionista de L’Oréal, se integre en el consejo.
El directorio de L’Oréal propondrá a la junta general el nombramiento como consejero de Téthys, que preside Bettencourt Meyers
Se espera que, si se aprueba el nombramiento de Téthys como miembro del consejo, el holding designe a su consejero delegado adjunto, Alexandre Benais, como representante en el directorio. Para sustituir a Bettencourt Meyers como vicepresidenta, el consejo ha acordado por unanimidad el nombramiento de su hijo, Jean-Victor Meyers, tras la junta.
El presidente del consejo de L’Oréal, Jean-Paul Agon, ha expresado su agradecimiento a Françoise Bettencourt Meyers por su destacada contribución al éxito de la compañía a lo largo de casi tres décadas, destacando su papel esencial en las transformaciones estratégicas del grupo.
Adicionalmente, el consejo ha decidido proponer la renovación de los mandatos de directivos como Nicolas Hieronimus, Paul Bulcke y Alexandre Ricard. En contraste, el mandato de Virginie Morgon no será renovado, mientras que se propondrá el nombramiento de Isabelle Seillier y Aurélie Jean como consejeras independientes por un periodo de cuatro años.
