Inditex ha anunciado una importante reestructuración en su cúpula directiva con la creación de un nuevo cargo de alto nivel: la Dirección General Corporativa, que estará liderada por Ignacio Fernández Fernández, hasta ahora Director General de Finanzas. Este cambio organizativo marca un nuevo paso en la evolución interna del gigante textil, que busca reforzar la supervisión transversal de áreas estratégicas en un momento de fuerte transformación.
La nueva Dirección General Corporativa concentrará responsabilidades clave que incluyen Finanzas, Sostenibilidad, Logística, Transporte e Infraestructuras, consolidando un modelo de gestión más integrado y alineado con los retos globales del sector. El nombramiento de Fernández no es casual. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela y miembro del Cuerpo de Inspectores de Hacienda del Estado, Ignacio Fernández se incorporó a Inditex en 2001 y desde 2009 ha sido uno de los pilares financieros de la compañía.
Bajo su liderazgo, Inditex ha mantenido una sólida posición fiscal y económica, incluso en contextos complejos como la pandemia. Su ascenso a esta nueva responsabilidad supone una apuesta por la continuidad y por una visión de negocio consolidada desde dentro, sin renunciar a los cambios necesarios para afrontar el futuro con garantías.
La reorganización no se limita a este nombramiento. Andrés Sánchez Iglesias, hasta ahora director del Departamento Fiscal, asumirá el cargo de Director General de Finanzas y se incorporará al Comité de Dirección. Este relevo refuerza el compromiso de la compañía con el talento interno y con una gestión basada en perfiles técnicos con profundo conocimiento de la empresa y su marco regulatorio.
Otro cambio relevante afecta al área de sostenibilidad. Fernando de Bunes Ibarra, hasta ahora responsable de Gestión de Riesgos, ha sido designado nuevo Director de Sostenibilidad, en sustitución de Javier Losada Montero, quien abandona la compañía tras una trayectoria de más de tres décadas. Bajo su dirección, Inditex avanzó de forma notable en sus políticas medioambientales y sociales, convirtiendo este eje en uno de los más estratégicos del grupo.
Esta reconfiguración se enmarca en una etapa de fuerte inversión y transformación para Inditex. La compañía ha anunciado recientemente un ambicioso plan logístico de más de 1.800 millones de euros, que incluye la expansión de su centro neurálgico en Zaragoza, con el objetivo de ganar capacidad, eficiencia y velocidad en la entrega de productos a nivel global.
Más allá de los nombres, la creación de esta nueva dirección general responde a una necesidad estructural: la de dotar a la compañía de una arquitectura de gestión más ágil y coherente, capaz de coordinar áreas clave en tiempo real y con visión estratégica. En un contexto de creciente exigencia sobre sostenibilidad, regulación internacional, presión competitiva y digitalización, Inditex busca consolidar un modelo de liderazgo que combine innovación, eficiencia y compromiso.
Con presencia en más de 200 mercados y una plantilla global que supera los 165.000 empleados, Inditex refuerza así su apuesta por un gobierno corporativo profesionalizado, estable y preparado para afrontar los retos del futuro. Los cambios no suponen una ruptura, sino una evolución estratégica que pone el foco en la integración y el liderazgo operativo como claves para seguir marcando la pauta en el sector mundial de la moda.
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