Jaime Ortiz, director comercial y de marketing de Asisa, responde a Capital en un momento en el que la sanidad privada se ha convertido en un complemento de especial relevancia para muchas familias en tiempos de coronavirus.
¿Qué le parece la respuesta de España, como sociedad, a la pandemia del coronavirus?
Todavía es pronto para hacer un análisis de la respuesta que han dado las diferentes sociedades a la pandemia. Nos enfrentamos a una crisis global, que afecta a todo el planeta y que ha puesto de manifiesto en todos los países debilidades, errores y, en muchos casos, falta de herramientas para dar una respuesta adecuada. Por lo tanto, esta crisis nos ha pillado a todos desprevenidos en muchos aspectos, como la falta de material de protección, las debilidades de los sistemas de análisis y gestión de datos o las dificultades de coordinación entre los diferentes niveles de las administraciones. A pesar de todas las dificultades, durante la pandemia los profesionales sanitarios han demostrado una vez más su profesionalidad, su capacidad para dar respuesta a la enfermedad y su compromiso para cuidar la salud de nuestra sociedad en un momento especialmente complicado.
En su opinión, ¿qué aprendizaje podemos sacar de la crisis de la Covid-19?
La pandemia ha demostrado que tenemos un sistema sanitario de gran calidad, pero que tiene algunas debilidades que debemos corregir. Entre ellas, la coordinación entre los diferentes niveles administrativos. Además, la crisis ha mostrado la necesidad de contar con una reserva nacional estratégica de material sanitario y con sistemas más ágiles y eficaces de gestión. Un tercer aprendizaje es la importancia de contar con un sistema sanitario que movilice con rapidez y eficacia todos los recursos disponibles, sean públicos o privados.
¿Detectan una mayor preocupación de los españoles por su salud?
La pandemia ha incrementado la preocupación de los españoles por su salud, tanto física como mental. Este incremento de la preocupación por la salud ha provocado a su vez un aumento del interés por los seguros de salud, que permiten el acceso a una sanidad privada de alta calidad.
Los modelos de gestión sanitaria privada suscitan críticas de los defensores del modelo público. ¿Cree que el modelo de colaboración público-privada debería aumentar su penetración de mercado?
Soy un defensor a ultranza de la colaboración de la sanidad pública con la privada, que aporta más del 2,6% del PIB y ya gestiona el 30% del gasto sanitario en nuestro país. La colaboración público-privada demuestra su eficacia en los ámbitos donde se desarrolla. Un buen ejemplo es el mutualismo administrativo, el llamado ‘modelo Muface’, que permite a los más de dos millones de funcionarios de la Administración General del Estado, las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Administración Judicial elegir si quieren que la asistencia sanitaria se la preste el Sistema Nacional de Salud o una aseguradora privada. Pues bien, el 84% de los funcionarios elige a una aseguradora privada para el cuidado de su salud y la de sus familias.
Además de la alta satisfacción de los usuarios, este modelo ahorra al Estado al menos un 40% del coste de la asistencia respecto a la prestación pública directa. Por otro lado, las aseguradoras atienden a 8,5 millones de personas que tienen contratado un seguro de salud y recurren a la sanidad privada para recibir asistencia sanitaria de manera habitual, reduciendo la presión asistencial y liberando recursos de la sanidad pública. Un tercer ámbito de colaboración es la reducción de las listas de espera, donde la sanidad privada ya ayuda a algunas comunidades autónomas y podría implicarse todavía más. En resumen, la sanidad pública debe considerar a la privada como un socio fiable, que le ayuda a utilizar con mayor eficacia los recursos y mejorar la atención a los ciudadanos. De cara al futuro, tenemos margen para ampliar esa cooperación a nuevos ámbitos, entre ellos el de la atención a las personas mayores, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el Estado del Bienestar en los países más avanzados.
¿Qué es lo que más demanda un usuario a la hora de contratar un seguro privado? ¿Es el precio el principal factor de decisión?
El precio es importante, pero no es el principal factor de decisión a la hora de contratar un seguro de salud. Al menos dos elementos están al mismo nivel de importancia. El primero, las coberturas y la capacidad del cuadro médico para garantizar la atención contratada: los clientes buscan compañías que se adapten a sus necesidades y que cuenten con cuadros médicos dotados con tecnología de última generación para el diagnóstico y el tratamiento y situados en su ámbito cotidiano. El segundo factor decisivo es la experiencia de cliente y una relación con la compañía rápida, sencilla y muy ágil.