España cuenta entre sus empresas de propiedad pública con Hispasat, que está posicionada en el marco de los satélites, entre otras actividades relacionadas con el espacio. Los cambios en el sector y la irrupción de Elon Musk empujan al sector a una consolidación, puesto que se han reducido los costes de lanzar un cohete al espacio. Hispasat atrae el interés de varias compañías, alguna española y otras extranjeras. Su presidente, exministro y astronauta, Pedro Duque, aborda estas cuestiones en entrevista con Capital.
¿En qué momento se encuentra la industria espacial?
Es un momento en el que no solo podemos hablar de Elon Musk, sino que va a haber muchas más entradas porque se han reducido mucho las barreras. Ya tenemos un cuerpo normativo y una ingeniería capaz de fabricar equipos que funcionen en el espacio. Fabricar equipos para satélites ya no es algo que tenga una gran barrera. Se ha reducido también la barrera de lanzamiento por culpa de los cohetes de Elon Musk, y ahora cuesta menos. Creo que la industria del espacio va a dar mucho que hablar en los próximos años por nuevas actividades que va a proveer y nuevas industrias que van a surgir.
¿Cómo es en el caso de España?
Como te decía, una de las barreras es el lanzamiento. SpaceX tiene muy poca competencia porque ha reducido los costes a causa de que lanza los cohetes y luego esos mismos cohetes vuelven, con lo cual se pueden volver a usar. Es imprescindible que en el mundo surjan nuevas empresas, como puede ser la compañía española PLD, que está desarrollando un cohete orbital que pensamos que el año que viene ya tendrán completo el desarrollo y lanzarán el primer cohete.
"A una velocidad de casi 8 km/s vas pasando por encima de los países, ves el día, la noche, las ciudades, los mares, los desiertos… Si tienes tiempo de mirar por la ventana, es maravilloso"
Luego hay empresas españolas muy pujantes y docenas de startups que han absorbido todo ese conocimiento que ya enseñamos en nuestras escuelas de ingeniería sobre cómo se pueden saltar esas barreras de acceso al espacio y que proporcionan nuevos productos para lanzar al mercado. Muchas de ellas van a ser competitivas y veo un avance importante en las empresas españolas. Hay mucha gente que sale de las universidades y tiene claro dónde están los huecos del mercado y dónde colocar sus innovaciones.
¿Cuál es el papel de Hispasat en esta innovación?
El papel es estar ojo avizor al uso de innovaciones nuevas de empresas españolas y de nuevos mercados que pudieran abrirse. Hace 35 años teníamos que comprar todos los satélites a empresas extranjeras. Desde el primer momento se pidió que buscaran alguien en España alguna empresa que pudiera proporcionarles alguna parte del proceso. De ahí han surgido algunos proveedores como el primer suministrador del mundo de software para centros de control para satélites de telecomunicaciones. Es el resultado de esa estrategia y ha dado también otras empresas en cuya salida al mercado ha estado presente esta condición de Hispasat a los grandes fabricantes.
¿En qué cuestiones concretas Hispasat va mejor o tiene mejores alternativas que otros competidores?
Sobre todo, tenemos la capacidad definir qué queremos del fabricante del satélite en base a los requisitos de diversos clientes. Dicho de otro modo, podemos fabricar a la carta el satélite que queremos para dar servicio a varios clientes. Podemos pedir satélites más individualizados en lugar de pedirlos a una cadena de producción.
Luego tenemos nuestros centros de control muy optimizados que funcionan con costes muy pequeños y podemos aumentar el número de satélites sin incrementar el coste de las operaciones.
"Va a haber muchas más entradas en la industria espacial, más allá de Elon Musk"
¿Cómo es la asociación con startups de la que hablaba?
Ahora mismo, aparte de las empresas que eran startups, las metimos en el mercado y ya no lo son, estamos tratando de ser una compañía tractor como posible cliente de tecnologías que surgen entre empresas españolas. De esa forma, podemos dar sentido a la propuesta de I+D a los ojos de los evaluadores. Proporcionamos credibilidad a una propuesta de I+D con oportunidades de negocio. A partir de ahí, somos un apoyo para empresas que comienzan un desarrollo tecnológico que puede tener un hueco en el mercado. Últimamente solemos encontrar bastantes.
¿Cómo ha ido evolucionando el rol de Hispasat en la industria de Defensa?
Empezó como una empresa que servía de forma directa a las comunicaciones de Defensa. El hecho de que un satélite dé servicio a varios clientes, nos servía para dar servicio a uno de nuestros clientes que no era otro que el Gobierno de España. Luego se creó una filial que se llama Hisdesat que es el 43% de Hispasat. Sirve esos mismos servicios a la Defensa, solamente comunicaciones, no hacemos armas ni nada por el estilo.
¿Qué me puede decir del interés alrededor de Hispasat, concretamente de Indra?
Es algo que debe hablarse entre el vendedor y el comprador. Nosotros intentamos valer mucho dinero y tener buenas perspectivas de futuro para que haya compradores. Por lo visto lo estamos consiguiendo. Eso sí, no podemos imaginar operaciones en las que rompamos el status de empresa estratégica de España. Todas tienen que pasar por ese filtro. Hace 35 años lo era y, a día de hoy, continúa siéndolo. Es una empresa estratégica que hay que seguir teniendo cerca y que sea la garante de que los servicios estratégicos que el Gobierno necesita van a seguir proporcionándose pase lo que pase.
¿Por qué necesita España una ley del Espacio o regular esa actividad espacial?
Hay muy pocas leyes en los países europeos que no provengan de una Directiva europea y de ahí vendrá algún tipo de regulación. Luego hay algunas reglas que son nacionales y que no están 100% establecidas, aunque podrían ser interesantes. Por ejemplo, regularizar quién puede lanzar cohetes al espacio, quién lo lanza, quién se encarga de que sea seguro…
"Hay que regular el espacio porque es un bien único"
¿Qué requisitos pedimos? Hay que regular qué sostenibilidad le pedimos a las empresas que envían satélites al espacio. Por ejemplo, Luxemburgo promulgó una ley del espacio. Nadie va a tirar un cohete desde Luxemburgo, pero sí reguló de quién son los materiales que se obtienen en el espacio. Dicho de otro modo, una empresa radicada en Luxemburgo tiene derecho a vender como propios los materiales que obtenga del espacio. Eso hizo que muchas empresas que estaban registradas en Estados Unidos, se movieran hacia Luxemburgo.
Hablaba antes de Elon Musk y de su empresa SpaceX, ¿tiene algo de malo la irrupción de esta empresa? ¿Qué piensa del turismo espacial?
El turismo espacial es una manera de conseguir fondos para seguir el desarrollo de los diversos cohetes. No haces normalmente un programa de turismo espacial con un cohete inventado solo para eso, sino que es un ingreso extra. Desde 2004-2005, la financiación del cohete puede ser menos y alquilar el cohete fuera es lo que da los ingresos que cierran los números. Bienvenido sea mientras se haga de forma sostenible sin que resulte un engorro para todo el trabajo científico de la Estación Espacial Internacional
El aprovechamiento que hizo la empresa de Elon Musk de los fondos del Gobierno de Estados Unidos para lanzar cohetes nuevos ha dado como resultado que hay mucha gente a la que les ha comido el mercado. Ya casi no se lanzan cohetes en EEUU que no sean de Elon Musk y los propios fabricantes dicen que son incapaces de lanzar las cargas al precio que lo hace SpaceX. De esa forma, se ha comido parte del mercado y a nosotros también nos impacta porque hay quien decide contratar sus servicios de telecomunicaciones en lugar de los nuestros. Es una competencia nueva y una complicación. No obstante, nos hace ponernos las pilas para proveer buenos servicios a largo plazo, de alta calidad y asegurados.
Lo que está pasando es que como no hay regulación mundial, sobre cómo poner satélites a una determinada órbita y una altura, el primero que llegue lo pone. Si nosotros tuviéramos esos miles de millones para poner satélites en la misma órbita, ya no podríamos porque está ocupada. Eso hay que regularlo porque es un bien único. Es como la costa, solo hay una. A la altura de 550 km solo hay una. A mí eso me parece que ha sido aprovechar un hueco de regulación que no debería haber estado ahí. Todo el mundo debería pagar por la concesión de una determinada altura. Pero, ¿a quién? Lo cierto es que no hay una autoridad mundial que pueda dar luz verde a esta concesión de las órbitas. No tenemos casi legislación para el espacio.
"Hispasat es una empresa estratégica que hay que seguir teniendo cerca y que garantice que los servicios estratégicos que el Gobierno necesita van a seguir proporcionándose pase lo que pase"
"Hispasat es una empresa estratégica que hay que seguir teniendo cerca y que garantice que los servicios estratégicos que el Gobierno necesita van a seguir proporcionándose pase lo que pase"¿Qué logros destaca de su etapa como ministro y qué deberes quedaron por hacer?
Fueron muchos logros. Pusimos en marcha varios programas nuevos de innovación, fondos de inversión para la transferencia de tecnología, los programas de emisiones, los de innovación entre CEDETI y el Instituto Carlos III… Pusimos en marcha las ideas que siempre había habido y que costaba darles forma. A mi salida, el presupuesto de I+D era el doble que cuando yo entré. A partir de entonces, y la nueva ministra ha conseguido que se mantenga, ha sido un cambio importante y a positivo.
Regulamos la primera vuelta de la ley de la ciencia, estabilizamos una serie de centros científicos introduciéndolos en el sistema del CSIC y creo que hicimos una serie de acciones valientes que eran necesarias. La consolidación de los Presupuestos no la pude hacer, pero se hizo después. Eso quedó pendiente, pero ya ha quedado hecho. Quizá tenemos pendiente una nueva forma de contratar científicos y que esta sea atractiva para el talento. Que no sea temporal, sino que sean contratos fijos.
¿Cómo es estar en el espacio?
Es difícil de explicar. Estás flotando en la nave espacial, miras por la ventana y ves la tierra ahí abajo… Vas a una velocidad de casi 8 km/s, así que vas pasando por encima de los países, ves el día, la noche, las ciudades, los mares, los desiertos. Si tienes tiempo de mirar por la ventana, es maravilloso. Y todo lo que rodea un vuelo espacial, la utilización de la tecnología más avanzada, tener el privilegio de estar en un sitio en el que muy poca gente ha podido estar. Todos esos sentimientos juntos.
¿Tendremos algún otro astronauta español pronto?
Tenemos un astronauta, que eso es otro de los logros de mi etapa como ministro. Se ha incrementado el presupuesto dedicado a la Agencia Europea del Espacio. De esa forma, los españoles que se han presentado a la última selección tuvieron una oportunidad justa. Se necesitaban ciertos incrementos y ahí están. Pablo Álvarez está en Colonia, es funcionario de la Agencia Europea del Espacio. Acaba de terminar su preparación inicial y está preparado para volar al espacio en cualquier momento. Y luego está Sara García que está en la parte de reserva y también tiene posibilidades.
