Teresa Ribera Rodríguez, nacida en Madrid en 1969, ha tenido una trayectoria política y profesional centrada en la sostenibilidad, el cambio climático y las políticas energéticas. Desde junio de 2018, Ribera ha sido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en España, lo que le ha servido para liderar la transformación del país hacia una economía más sostenible y comprometida con los objetivos climáticos. En su rol, ha impulsado numerosas iniciativas y leyes clave, como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021.
Formación académica y primeros pasos profesionales
Teresa Ribera es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, con especialización en Derecho Constitucional y Ciencias Políticas. Su carrera comenzó en la administración pública, con un enfoque particular en temas ambientales. Fue directora de la Oficina Española de Cambio Climático y, posteriormente, Secretaria de Estado de Cambio Climático entre 2008 y 2011, donde jugó un papel crucial en las políticas nacionales de mitigación y adaptación al cambio climático.
Tras su paso por el gobierno español, Ribera asumió la dirección del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) en París. Con ello, Ribera ha consolidado su influencia en el ámbito global del cambio climático. En este puesto, fue una voz influyente en las negociaciones internacionales sobre sostenibilidad y políticas energéticas.
Liderazgo en la transición ecológica de España
Con la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno en 2018, Teresa Ribera fue nombrada ministra para la Transición Ecológica, un cargo desde el que ha liderado importantes reformas. Su gestión ha estado marcada por la promoción de energías renovables, la descarbonización de la economía y la electrificación del transporte. Bajo su mandato, España ha adoptado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que establece una hoja de ruta para que el país alcance la neutralidad climática en 2050.
Uno de los hitos más importantes de su gestión ha sido la aprobación de la mencionada Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Esta ley fija objetivos claros para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el impulso de las energías renovables. En este tiempo, España se ha situado como uno de los países europeos más comprometidos con el Acuerdo de París.
Además de la transición ecológica, Ribera asumió la responsabilidad del reto demográfico, un área clave para abordar el problema del despoblamiento en las zonas rurales de España. Para ello, ha impulsado políticas destinadas a revitalizar el medio rural y mejorar el acceso a servicios básicos y promoviendo inversiones en infraestructuras. Esta tarea es especialmente relevante en regiones afectadas por la despoblación, donde la falta de oportunidades económicas ha provocado un éxodo hacia las grandes ciudades.
Vicepresidenta de la Comisión Europea y responsabilidad de Competencia
En 2024, Teresa Ribera alcanzó un nuevo hito en su carrera al ser nombrada vicepresidenta de la Comisión Europea, con la responsabilidad del área de Competencia. Este nombramiento la posiciona como una de las líderes más influyentes en la política europea, ya que gestionará no solo la transición ecológica de la Unión Europea, sino también las políticas de competencia, un área fundamental para asegurar el correcto funcionamiento del mercado único europeo.
Su rol en la Comisión Europea no solo refuerza su liderazgo en la agenda climática, sino que también la sitúa en una posición clave para abordar los desafíos que enfrenta Europa en términos de competitividad, innovación y regulación de mercados. Bajo su mandato, la Comisión Europea buscará promover un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y el crecimiento económico.
Teresa Ribera enfrenta importantes desafíos en los próximos años. En su rol como vicepresidenta de la Comisión Europea, tendrá que liderar la implementación del Pacto Verde Europeo, con el objetivo de que Europa sea el primer continente en alcanzar la neutralidad climática en 2050. Además, deberá gestionar la liberalización del sector energético, al promover la adopción de energías renovables y la electrificación del transporte.
Multas de Competencia
En los últimos meses, la Unión Europea ha impuesto varias multas destacadas por violaciones de la normativa de competencia. Una de las más recientes es la sanción a Mondelēz International, por un importe de 337,5 millones de euros, debido a prácticas anticompetitivas que restringieron el comercio transfronterizo de productos como chocolate, galletas y café en el mercado único. La Comisión Europea determinó que la compañía impuso limitaciones territoriales a la distribución de estos productos, lo que perjudicó a los consumidores y distorsionó la competencia en varios países de la UE.
Otro caso relevante es el de Google, que recibió una multa de 2.600 millones de euros por abusar de su posición dominante en el mercado de comparación de precios. El Tribunal General de la UE respaldó esta sanción, indicando que la empresa había favorecido su propio servicio de comparación de compras en los resultados de búsqueda, perjudicando a sus competidores. La Comisión Europea consideró que esta práctica era una violación grave de las leyes antimonopolio de la UE, ya que restringía la competencia y afectaba a los consumidores europeos.
Estas multas forman parte de una estrategia continua de la UE para garantizar la libre competencia en el mercado, sancionando conductas que limiten la equidad entre empresas y perjudiquen a los consumidores.